Mis fieles lectoras me preguntan constantemente, “Jo, ¿Cómo lo haces para ser un ejemplo de belleza y estilo con un trabajo tan exigente? El resto de nosotras nos arrastramos a tus pies llevando un uniforme desgastado que nos queda mal o hacemos corrillo en el garaje esperando que nos deleites con tu belleza y elegancia.”
No es fácil. Deslizarse en una nube ligeramente perfumada de belleza lleva trabajo. Pero, como soy tan buena, voy a compartir algunos de mis secretos contigo.
1. Limpieza
Debes estar limpia. El jabón, el agua y el champú contribuyen enormemente a tener una apariencia profesional y que transmite confianza, incluso si tú misma no lo sientes. Tu pelo, uñas y dientes deben estar limpios y también tus zapatos y uniforme. Los uniformes raídos y los zapatos con manchas de grasa —o peor— están descartados. Si llevas una bata o cualquier pieza blanca, asegúrate de que tiene un tono parecido al original. De la misma manera, si llevas uniformes de colores intenta que no estén descoloridos de tanto llevarlos.
Y por favor, por favor, por favor, nunca te presentes a trabajar con el maquillaje de la noche anterior todavía en tu cara. Gracias.
2. Que te quede bien
Tu uniforme debe quedarte bien. No hay nada peor que colas de ballena o calzoncillos asomando por encima de la cintura del uniforme, excepto quizá los uniformes que son una (o dos tallas) más pequeños. No todas las marcas quedan bien en todos los cuerpos. Por eso, si no estás segura de cómo te quedan, pruébate varios y después cómprate unos cuantos de aquel que te queda mejor. Chicas, aseguraros de que las chaquetas no quedan muy ceñidas. Chicos, atad los cordones firmemente.
A un amigo mío se le cayeron los pantalones mientras le hacía reanimación a un paciente. De esto hace ya tres años. Si crees que hemos permitido que se olvide de ello, estás totalmente equivocada.
3. Pelo
Además de limpio, el pelo debe estar fuera de la cara y, preferiblemente, recogido de alguna manera que evite que acabe sumergido en un charco de caca a medio turno. El pelo largo en un enfermero no me molesta, siempre y cuando esté limpio. Las trenzas y las colas de caballo funcionan tanto para hombres como para mujeres. Por favor, no lleves media melena flotando al viento. Es antihigiénico y asusta un poco.
Puedes estar muy mona con el pelo púrpura y de punta o el pelo verde, pero no cuando eres una recién llegada a planta.
4. Más sobre pelo
Si llevas barba, que esté bien recortada. No deberías ser capaz de utilizar tu bigote como hilo dental. Lleva una camiseta si ver el pelo de tu pecho hace que los niños salgan corriendo y la gente débil se desmaye. Sé más de lo que quisiera saber de un par de cirujanos gracias a su reticencia a ponerse una simple camiseta debajo de su chaqueta de uniforme con cuello de pico. Si no llevas barba, por favor, aféitate más de un día a la semana. Gregory House puede permitirse la barba de unos días porque, bueno, es Greg House —y es un personaje de ficción.
Por favor, ten en cuenta que todo lo explicado arriba no se aplica a las barbas llevadas por motivos religiosos.
5. Piercings y Tatuajes
Los tatuajes y los piercings no me ofenden, pero otros pueden considerarlos ofensivos. Consigue una malla color carne o transparente e intenta mantener los tatuajes más grandes y coloridos cubiertos. Los tatuajes no impiden que consigas un trabajo —trabajo con un chico que lleva toda la historia de Japón tatuada encima— pero pueden asustar a los pacientes mayores o más conservadores. Usa el sentido común.
6. Maquillaje
Si lo llevas, que sea sencillo y neutro. Si pareces Divine, no lo estás haciendo bien.
7. Ropa interior
Llévala. Te sorprendería la cantidad de gente que no la lleva y lo fácil que es darse cuenta de que no la llevan. Por favor, me paso 12 horas al día contigo, no necesito conocer tus secretos más ocultos y oscuros.
En serio, un día tuve que llevarme a parte a un residente de cirugía y decirle que ajustara sus cosas. Posiblemente fue el día más bochornoso para los dos.
8. Manos y pies
Cuídalos. Solo tienes un par de pies y tienen que durarte toda la carrera. Los zapatos bonitos pueden ser una posibilidad si tienes suerte, si no pasa de los zapatos baratos y compra unos zapatos robustos y con buena base.
Tus manos, además de estar limpias, deben estar cuidadas. Para las mujeres esto significa no llevar uñas acrílicas (son focos de infección para ti y para tus pacientes), uñas cortas para hombres y mujeres, y cutículas y piel bien cuidadas. Las grietas y los cortes en las manos pueden causar problemas.
En los viejos tiempos podías saber si una enfermera había trabajado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial por las cicatrices de sus manos—las infecciones en las manos de las enfermeras eran comunes. No volvamos a esos tiempos.
9. Joyería
Es un gran no. Los anillos múltiples y/o las pulseras y los relojes son una fuente de gérmenes y además tienen el potencial de rasgar los guantes. Los pendientes pequeños o no llevarlos no solo es más seguro, además queda mejor. ¿Llevar varios collares? No. Fin de la discusión.
Y ni se te ocurra llevar un gran reloj colgando del cuello.
10. Perfume o Aftershave
Si tienes que llevarlo. que sea en poca cantidad. Muchas instalaciones prohíben los perfumes y los jabones perfumados. No me opongo totalmente a ellos, pero solo debo ser capaz de olerlos si estoy directamente sobre ti (por así decirlo). Los perfumes fuertes y que dejan rastro son para las salidas nocturnas, no para las noches en la unidad.
Seamos claros: muchas de las cosas que se consideran aceptables para el personal de enfermería están ancladas en los años 40 y 50, especialmente si eres una mujer. Tómatelo como una oportunidad para soltar al Beaver Cleaver (si eres un chico) o a la Doris Day que llevas dentro. Sí, lo admito, algunas veces es un fastidio no poder expresar tu verdadera personalidad, pero son solo 12 horas. Seguro que puedes aguantarlo.