Aunque nos gustaría creer que todas las enfermeras son buenas personas y tienen buenas intenciones, no podemos ignorar el hecho de que cada año se inhabilitan a docenas de profesionales de la enfermería.
Aunque algunos de esos hombres y mujeres son inhabilitados por actividades no relacionadas con la enfermería, otros lo son por haber puesto en peligro la vida de un paciente o peor. La posibilidad de que te inhabiliten profesionalmente está ahí, por eso es importante que sepas qué actividades pueden causarla.
Hay, evidentemente, muchas más razones por las que se te puede prohibir la práctica de la enfermería, y depende en última instancia del tribunal o comité que juzgue tu caso. Asegúrate de familiarizarte con las leyes y los procedimientos legales de tu estado.
1. Enfermera Adicta que no está en un Buen Programa de Rehabilitación
Has oído la historia —una enfermera con dolor de espalda a la que le recetan Vicodin. Cuando su dolor ha calmado, se toma un analgésico. Y luego, unos cuantos más. Y todavía más. No tarda en convertirse en una adicta. Aunque abusar de los narcóticos es razón para la inhabilitación profesional, algunos comités te suspenderán de empleo y sueldo y te obligarán a asistir a rehabilitación. Hay incluso programas de rehabilitación especiales para enfermeros.
Si finalizas tu terapia y permaneces limpio, podrás volver a practicar la enfermería. En cambio, si te niegas a ir a rehabilitación o continúas abusando de las substancias mientras están en el programa de rehabilitación, pueden inhabilitarte profesionalmente. Como los profesionales de la enfermería tienen a su alcance tantos medicamentos, los empleadores saben que pueden estar tentados a consumirlos. Así que piénsatelo dos veces si alguna vez te pasa por la cabeza la idea de coger unas pastillas sin que nadie se entere.
2. Suplantar a Otra Persona con Titulación para Ejercer la Actividad
Lo creas o no, pasa. Y, a veces, los empleadores tardan años en pillarlos. Una aspirante a enfermera puede tener una condena penal que le impida obtener la licencia necesaria para ejercer la profesión o puede que haya sido inhabilitada profesionalmente en el pasado. Sea cual se ale caso, el robo de identidad es posible si esas “enfermeras” pueden obtener los papeles necesarios. Si te pillas suplantando la personalidad de otra enfermera, la licencia que tengas o que no tengas te será retirada por el tribunal o comité pertinente y ello constará en tu expediente.
3. Desvío de Fármacos
Quedarte con los medicamentos de otro para consumirlos tú u otra persona es una falta grave, punible con inhabilitación y pena de prisión. Si tu padre se ha terminado todos sus medicamentos, ve a que le médico le recete más o ajuste su dosis. No vale la pena poner en riesgo tu carrera para satisfacer la adición de otra persona.
La inhabilitación profesional es la menor de tus preocupaciones en este caso. Desviar fármacos con la intención de venderlos, o vender medicamentos que necesitan receta médica, puede hacer que te metan en la cárcel durante unos años. ¡Incluso si andas corto de dinero, no lo hagas!
Continúa con la siguiente manera de acabar con tu carrera…