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¡Considerad esto como un anuncio público para los pacientes y sus familiares! Aquí están las cinco frases que no quiero nunca más volver a oír en el trabajo…
5. Cuando me estoy preparando para administrar un analgésico por vía intravenosa, algún graciosillo de la habitación dice, “¡Enfermera! Dame un poquito de eso, ¿quieres?”
Amigo mío, si hay que administrarle un analgésico a alguien que no sea la persona que está en la cama, será a una servidora.
4. Normalmente dicho por una persona mayor, independientemente del sexo: “¿No crees que el Dr. X es muy guapo?” El Doctor X está al lado de la cama.
Yo: “¿Cuándo?”
3. “Seguro que es estupendo trabajar solamente tres días a la semana/ Me han dicho que las enfermeras ganan un montón de dinero.”
Si trabajara más de tres días a la semana, ya no me quedarían dientes. Estarían pulverizados. En cuanto al dinero, todavía no hay exenciones tributarias por ser maravilloso, así que no, no ganamos tanto.
2. De nuevo, dicho normalmente por una persona mayor: “Echo de menos los gorros y las faldas que llevaban antes las enfermeras.”
Eso lo dice obviamente una persona que nunca ha intentado subir a una cama llevando una falda y a la que nunca se le ha caído un gorro dentro de un campo estéril. Mi respuesta suele ser que hemos intentado recuperarlas, pero los enfermeros han protestado.
Y la frase número uno que no quiero volver a oír jamás:
“Eres demasiado lista para ser enfermera”
Espera un momento, voy a ver si encuentro a alguien más estúpido para que te ajuste la dosis de esta medicación.