Si nos creemos las series de televisión como Anatomía de Grey, los médicos y las enfermeras pasan más tiempo teniendo relaciones sexuales que cuidando de los pacientes. Sí, enfermeras y médicos salen juntos, pero no en la proporción que Hollywood quiere hacernos creer.
Las largas horas y las situaciones extremas del entorno médico conducen a un estrechamiento de las relaciones que no ocurre en otros entornos laborales. El personal de enfermería sale con el personal de enfermería, las enfermeras salen con TEM, las enfermeras salen con el personal de cafetería, las enfermeras salen con el personal de vigilancia.
De alguna manera, cuando las enfermeras salen con médicos, ese romance es susceptible de analizarse con más intensidad que otras relaciones.
Las enfermeras saliendo con médicos es un tema impactante que tiene repercusiones en la vida real. Cuando empieces una de esas relaciones prepárate para oír los cotilleos de tus compañeros, tener supervisores descontentos y posiblemente ver perjudicada tu reputación profesional. ¿Cómo? Porque acabe como acabe, tus compañeros pueden verse salpicados por el drama y eso puede llevar a perjudicar tu carrera a largo plazo. Y aunque pueda parecer injusto, este impacto es mucho más evidente en la enfermera de esa relación.
Vamos a repasar algunas reglas para asegurarnos de que sabes dónde te metes cuando sales con un médico y para que no tengas que arrepentirte a nivel profesional:
- Mantén la discreción. Especialmente al comienzo de la relación, es importante que no proporciones munición para el cotilleo en el lugar de trabajo. No envíes mensajes de texto del tipo “Hola bomboncito” a tu pareja mientras estáis en el trabajo, lo que además podría ser motivo de despido. Evitad cogeros de la mano, los besos a escondidas o las demostraciones de afecto en público cuando estéis trabajando. Si vais a comer u os tomáis un descanso juntos, mantened las especulaciones bajo control invitando a otra gente de vez en cuando. Cuando salgáis fuera del horario laboral evitad los sitios que otras enfermeras, doctores y otro personal sanitario suelen frecuentar. Mantened siempre la profesionalidad mientras trabajáis—no “cariños” o “amor” cuando os dirijáis uno al otro. “Es importante mantenerlo fuera del hospital o del lugar en el que trabajáis”, dice Sarah Dolloff, una enfermera jefe del Hospital del Sagrado Corazón en Costa Esmeralda, Miami Beach. “La gente cotillea en el trabajo—especialmente las mujeres. Hablan de a quién han visto con quién y ese tipo de cosas. Por eso, debes mantenerte profesional en todo momento mientras estás trabajando.”
- Échale un vistazo a la guía del trabajador. Asegúrate siempre de cumplir con la política de tu organización en materia de relaciones sentimentales en el lugar de trabajo. Muchas enfermeras no tienen que rendir cuentas con los médicos, pero si hay algún tipo de supervisión entre tú y tu cariñito puedes estar violando alguna regla sobre supervisores que salen con subordinados. “Cuando trabajaba en el hospital universitario, nos relacionábamos bastante con residentes e internos masculinos” dice Dolloff. “Pero en un hospital convencional, la cosa es mucho más formal. Tienes que ser consciente de qué es correcto y qué no en ese entorno.”
- Establece algunas normas básicas. Aunque pueda parecer muy poco romántico, asegúrate de que cualquier persona con la que salgas en el trabajo entienda que quieres discreción y, si no funciona, quieres seguir manteniendo la discreción. “Hay hospitales que son tan grandes que es posible que esas dos personas no se vean en el trabajo. Pero si tienes un médico ortopedista que trabaja con una enfermera ortopedista, por ejemplo, se estarán encontrando continuamente,” dice Dolloff. “Para mí sería un problema trabajar con una enfermera que no se comporta profesionalmente cuando trabaja con alguien con quien mantiene una relación sentimental.”
Y aunque los silencios llenos de furia, las discusiones en los pasillos, las lágrimas y los comentarios desagradables después de romper una relación quedan muy bien en TV, pueden producir problemas digestivos a los supervisores. Aclara desde el principio que, independientemente de cómo funcione esa relación, quieres proteger tu carrera. Asegúrate de que este punto de vista se entiende y respeta antes de seguir adelante o podrías estar encaminándote hacia un desamor real—personal y profesionalmente.