El Apple Watch ha dado paso a una nueva era de dispositivos de salud portátiles que rastrean la frecuencia cardíaca y los patrones de respiración de la persona. Se sabe que estos dispositivos identifican posibles problemas de salud antes de que se reciba un diagnóstico.

Pero una enfermera de Nueva Zelanda explica que su Apple Watch podría haberla ayudado a detectar un “problema de tiroides raro” después de meses de síntomas. Ella señala que, de haber prestado atención a los datos, habría estado al tanto de su diagnóstico antes de ir al consultorio del médico.

Un poco de ayuda de Apple

Lauren Rebecca dice que oficialmente le diagnosticaron tiroiditis en diciembre después de meses de síntomas como fatiga, sensibilidad a la temperatura y aumento de peso.

“He tenido todos estos síntomas que continuaron durante algunos meses”, explicó. “Con Covid y nuestro sistema de salud tan abrumado con todo esto, pensé, ‘no, no, solo estoy cansada, solo estoy agotada, estaré bien’”.

Rebecca primero asumió que sus síntomas eran el resultado del agotamiento después de trabajar como enfermera durante la pandemia, pero en realidad eran un aviso de algo mucho peor. Sus síntomas finalmente empeoraron tanto que tuvo que acudir a un médico.

“Salgo al sol y siento náuseas, y para estar bien el aire acondicionado tiene que estar a 22 grados en mi casa todo el tiempo”, dijo Rebecca.

Una ecografía reveló que le faltaba la mitad de la tiroides, lo que se describe como “un defecto congénito raro conocido como hemiagénesis tiroidea, que solo afecta a unos 100 australianos”.

La condición derivó en una tiroiditis, la causa subyacente de sus síntomas.

Dos meses después de su diagnóstico, Rebecca todavía padecía síntomas. Fue entonces cuando decidió revisar su aplicación Apple Watch para ver si funcionaba. Revisó los datos para inspeccionar si hubo un “cambio dramático en su salud que, de haber notado, la habría llevado a buscar ayuda médica”.

“Realmente lo hice para ver si todo estaba funcionando”, dijo.

“Vi que había alertas en la parte superior de la aplicación que nunca habían aparecido como notificaciones porque no tenía las notificaciones activadas… Lo revisé y fue cuando pude ver la tendencia de que mi Vo2 máx. había bajado, literalmente en cuestión de días”.

La Vo2 max indica qué tan bien el cuerpo de la persona está absorbiendo oxígeno durante el ejercicio, y la caída significa que Lauren de repente podría no absorber oxígeno tan bien como lo había hecho anteriormente.

“En lugar de esperar a que los síntomas empeoraran, podría haber ido al médico en octubre, cuando hubo una caída dramática en cuestión de días”, explica Rebecca en el video.

Actualmente está esperando tratamiento para su condición mientras estudia para el GAMSAT, el examen de admisión de la escuela de medicina australiana.

“Ese es un examen de cinco horas y media y en este momento me siento muy fatigada, por lo que, si lo hubiera detectado en octubre, podría haberme puesto en acción un poco más rápido sobre los planes de tratamiento y potencialmente continuar evitando la sensación de fatiga”, dijo. “Probablemente no estaría en esta situación de sentirme siempre cansada y sin saber si eso afectará mi rendimiento en el examen”.

Luego, Rebecca recurrió a TikTok para compartir sus hallazgos, donde alienta regularmente a sus seguidores a prestar atención a los datos en sus Apple Watch.

“Tenemos tanta tecnología disponible y muchas veces es más una carga que algo positivo”, señaló Rebecca.

“Pero con algo tan simple como un Apple Watch, si ya lo tienes, solo monitorea constantemente tu frecuencia cardíaca, monitorea diferentes cosas que hacemos mientras nos ejercitamos, cosas que no necesariamente pensaríamos en hacer, como verificar nuestra frecuencia cardíaca después de hacer ejercicio o mientras dormimos”.