Mientras que los médicos y las enfermeras en la sala de emergencias están altamente capacitados para lidiar con situaciones difíciles, existe un área donde muchos no se sienten cómodos: trabajar con pacientes psiquiátricos. Un documento del año 2013 perteneciente a la Asociación de Enfermería de Emergencias se enfoca en los retos con los que las enfermeras tienen que luchar cuando confrontan pacientes que sufren de enfermedades mentales o son farmacodependientes.
Un desafío para las Enfermeras de Emergencias
Las Enfermeras de Emergencias son profesionales altamente entrenadas y preparadas, pero en muchos casos, no han tenido una amplia experiencia al trabajar con pacientes que son enfermos mentales o farmacodependientes. Esto puede llevar a que se sientan mal preparadas para tratar de manera efectiva a pacientes psiquiátricos, reduciendo potencialmente el nivel de cuidados que son capaces de brindar. Hay muchos factores contribuyentes en juego aquí.
- Actitudes sociales y sesgos personales. Más allá de los ámbitos de las comunidades de psicología y psiquiatría, mucha gente ─incluso enfermeras y otros profesionales del cuidado de la salud─ tienen un limitado entendimiento de las enfermedades mentales. También hay estigmas y prejuicios en muchas personas, los cuales les da un matiz especial en su habilidad para comunicarse con este tipo de pacientes y para darles el tratamiento adecuado.
- Preparación instructiva inadecuada. Sin suficientes fundamentos sólidos en psiquiatría, especialmente con experiencia clínica práctica, muchas enfermeras no están adecuadamente entrenadas para tratar los casos de enfermedad mental.
- Relacionado a la seguridad. Algunos pacientes psiquiátricos pueden ser agresivos o violentos, debido a condiciones como la psicosis o intoxicación por drogas.
- Gran cantidad de personas. En muchas salas de emergencias todos se encuentran muy ocupados debido al número de personal disponible, haciendo difícil o imposible darle al paciente psiquiátrico la atención que necesita.
- Falta de confianza. Los médicos y las enfermeras de emergencias pueden estar adecuadamente capacitadas para manejar la situación, pero debido a la falta de entrenamiento formal, éstas pueden cuestionar sus competencias.
- Falta de directrices. Muchas salas de emergencias puede que no tengan directrices claras de qué hacer en cierto tipo de situaciones como pacientes suicidas o una intoxicación grave por drogas.
¿Una crisis psiquiátrica es motivo para la admisión en la sala de emergencias?
¿Una crisis de salud mental justifica la admisión en la sala de emergencias? La respuesta a esta pregunta no siempre es completamente clara, y a menudo es ambiguo si la enfermedad mental debe o no ser tratada en el entorno de la sala de emergencias. Esta incertidumbre puede traer consecuencias en la forma de tratar al paciente. En algunos casos, pacientes que pueden ser un peligro para sí mismos o para otros pueden ser desestimados y tomados como una molestia.
Esto es especialmente problemático con personas que se autoagredan. Los pacientes que presenten repetidamente conductas suicidas son difíciles de tratar, y por una falta de conocimiento y habilidad específica en psiquiatría, muchos de los que trabajan en una sala de emergencias tienen una actitud negativa hacia aquellos que intentan o logran hacerse daño a sí mismos.
Los desafíos en triaje para pacientes psiquiátricos
El Índice de Severidad de Emergencia Versión 4 contiene una breve referencia a pacientes psiquiátricos, específicamente en el contexto de nivel 2 (alto riesgo). Sin embargo el ISE está diseñado para todos los pacientes de emergencias, y no cubre las sutilezas de la admisión en triaje o en la sala de emergencias para problemas psiquiátricos. Tanto Canadá como Australia han desarrollado sistemas separados muy precisos para síntomas de enfermedades mentales. La Escala de Triaje de Salud Mental de Australia (ETSM) es particularmente muy completa.
La guía de referencia australiana recomienda que los índices de clasificación de triaje para los síntomas de salud mental deben corresponder con el riesgo a que algo pueda salir mal. Enumera varios factores: riesgo de agresión, riesgo de autoagredirse, riesgo de abandono y riesgo de un problema físico o médico. El sistema incorpora un intervalo de tiempo, el cual determina qué tanto un paciente puede esperar con seguridad antes de recibir atención médica.
También es importante que las personas que laboran en emergencias no hagan suposiciones sobre los trastornos psiquiátricos. Ha habido muchos casos en los que parecía ser un problema de salud mental, pero exámenes posteriores revelaron una causa orgánica subyacente. Los protocolos típicos de triaje como la historia y los signos vitales no deben pasarse por alto.
En general, el enfoque ISE para pacientes psiquiátricos carece de detalles y orientación, haciendo difícil garantizar una atención de calidad. Se necesita investigación para mejorar el procedimiento ISE y así adaptarlo de una mejor manera a las necesidades de los pacientes que padezcan de enfermedades mentales.
Una instrucción adicional puede ser la solución
Los pacientes con enfermedades mentales, especialmente esos que se presentan a la sala de emergencias con ideas o conductas suicidas, presentan un gran desafío para las enfermeras de emergencias. La Asociación de Enfermería de Emergencias ha hecho recomendaciones en el pasado con el fin de mejorar la educación sobre las enfermedades mentales para enfermeras no psiquiátricas y médicos, así como también la creación de unas directrices más detallas para hacer frente a la atención psiquiátrica urgente.