Desde principios del siglo pasado, el uso de la marihuana en los Estados Unidos ha sido un tabú legal, sin importar cuál sea la razón. Esto ha cambiado dramáticamente a principios de este siglo, a medida que más y más estados están aprobando leyes que permiten su uso en circunstancias controladas. Como enfermera, usted debe familiarizarse con las leyes que se aplican específicamente al estado en el que ejerce, pero hay algunos hechos generales que todos debemos conocer por nuestra propia cuenta.
Marihuana para el manejo del dolor
Una de los más grandes beneficios encontrados por los investigadores para el uso de la marihuana medicinal es con el manejo del dolor. Los cannabinoides encontrados en el interior de la planta han demostrado aliviar el dolor crónico que viene con enfermedades como:
- Ciertos tipos de cáncer
- Diabetes
- VIH y/o SIDA
- Fibromialgia
- Artritis
- Esclerosis múltiple
Los investigadores que defienden el uso de la marihuana médica como un analgésico citan las propiedades adictivas de los productos farmacéuticos en comparación con el cannabis. No es ningún secreto que un paciente puede convertirse en adicto a los medicamentos para aliviar el dolor cuando se toman durante un período prolongado de tiempo, incluso los más simples tales como el Tylenol. Esta tendencia no es tan frecuente cuando la marihuana es usada para aliviar el dolor.
La investigación también sugiere que las sustancias químicas naturales encontradas en la marihuana son útiles en el alivio de los síntomas asociados con algunas enfermedades, como trastornos gastrointestinales y apnea del sueño. Para los individuos que viven con estas enfermedades crónicas, que tiene acceso al fármaco ha demostrado ser muy valiosa para mejorar su calidad de vida.
Si le toca ser enfermera en uno de los estados en los que se ha permitido la marihuana medicinal, usted debe entender que esta no se ofrece como una receta. Su paciente no será capaz de detenerse en su farmacia local en su camino a casa y legalmente recoger una bolsa de marihuana. Está autorizada por un médico o una enfermera practicante avanzada registrada, pero no preescrita–una distinción legal que las enfermeras deben tener en cuenta. A los pacientes se les da una tarjeta de autorización especial que les permite comprar el medicamento de un dispensario. Tener esta tarjeta les previene de tener problemas con el cumplimiento de la ley en aquellos estados en los que el consumo de marihuana recreativa sigue prohibido.
Las Enfermeras y el Apoyo al Uso Terapéutico de la Marihuana
La marihuana medicinal puede parecer como un nuevo tema político, sin embargo, la American Nurses Association (ANA) ha estado apoyando su uso desde 2008. Su Casa de Delegados también brinda apoyo para la obligación ética de la enfermera a abogar por el derecho del paciente a utilizar cannabis como una forma de terapia.
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¿Cómo es ingerida la Marihuana Medicinal?
Los pacientes que utilizan la marihuana como parte de su plan de tratamiento médico mayormente fuman la sustancia, o inhalan el humo que desprende. También puede ser vaporizado, liberando los ingredientes activos, pero no se forma ningún humo. Es menos común es tomar el fármaco en forma de extracto líquido o comerlo añadiéndolo a dulces, galletas o brownies al cocinarlos. El método de la ingestión tiene poco efecto sobre cómo reacciona el cuerpo a los químicos, y por lo general se basa en una preferencia personal del paciente.
La Marihuana y la Adicción
La adicción física a la marihuana es rara y es vista más a menudo en personas que utilizan la sustancia de manera constante durante un largo período de tiempo. La mayoría de los síntomas asociados con fumar o inhalar el medicamento, tales como la pérdida de memoria a corto plazo, desaparecen una vez que pasan los efectos del medicamento.
Para aquellos pacientes que han desarrollado una adicción a la marihuana, usted posiblemente note síntomas de abstinencia cuando esta no esté disponible enseguida. Estos síntomas incluyen irritabilidad, insomnio, falta de apetito, ansiedad, depresión, agitación, ansiedad y cambios de humor. Si sospecha que un paciente está experimentando uno o más de estos síntomas como resultado del uso de la marihuana médica autorizada, hágalo del conocimiento de su médico de cabecera inmediatamente.
Independientemente de sus creencias y sentimientos personales sobre el uso de la marihuana, como enfermera, usted debe ser capaz de reconocer sus beneficios como una droga natural. El cannabis se ha utilizado durante cientos de años para tratar docenas de dolencias. Ahora tenemos la oportunidad de mejorar la calidad de vida de miles de pacientes que sufren todos los días de los síntomas de enfermedades crónicas.