Los problemas de salud mental son increíblemente comunes, y a pesar del inmenso progreso en la investigación psicológica y neuropsiquiátrica del siglo XX, estos enigmáticos trastornos aún no se comprenden completamente. En los Estados Unidos en 2014, el 8.9% de la gente fue diagnosticada con un problema de salud mental grave. Y un asombroso 27.1% fue diagnosticado con cualquier enfermedad mental, independientemente de la gravedad. Esto incluye los trastornos de abuso de sustancias, trastornos del humor, trastornos de personalidad, trastornos en el espectro de la esquizofrenia y cualquier otra condición que podría clasificarse como psiquiátrica en lugar de puramente orgánica.
La prevalencia de las enfermedades mentales hace que la atención psiquiátrica sea un campo médico increíblemente importante hoy en día. A medida que la compleja interacción de las anomalías neuroquímicas, los factores psicosociales y la genética subyacente se unen, los psiquiatras y las enfermeras psiquiátricas están encargados de una enorme tarea: curar la mente.
Pero, ¿qué herramientas especiales necesita una enfermera psiquiátrica en su arsenal? ¿Qué distingue este campo de la enfermería de otros que se ocupan principalmente de problemas de salud física? Aquí están algunas de los aspectos que separan a las enfermeras psiquiátricas de las demás.
El papel de la enfermera psiquiátrica: de los asilos del siglo XIX a las modernas instalaciones de salud mental
Aunque lo concerniente a la salud mental se remonta a la época de Cicero, la psiquiatría como profesión médica se desarrolló recientemente. En 1913, la Universidad Johns Hopkins fue la primera escuela de enfermería en ofrecer programas de enfermería en salud mental. En 1920 se publicó el primer libro de enfermería psiquiátrica, “Nursing Mental Diseases” de Harriet Bailey.
Hacia fines del siglo XIX, la población de internados en asilos de salud mental aumentaba dramáticamente, una tendencia que continuó hasta mediados del siglo 20 trajo una nueva investigación farmacéutica que revolucionó el tratamiento de salud mental. En su pico en los años 50, el centro psiquiátrico de Kings Park en Long Island atendía a más de 33.000 pacientes.
Hoy en día, hay menos pacientes hospitalizados que a mediados del siglo XX. A medida que se han desarrollado nuevos medicamentos, los pacientes que se hubiesen sometido e internado en ese entonces pueden disponer de tratamientos farmacéuticos como los neurolépticos, dándoles una mejor calidad de vida y la capacidad de vivir con normalidad. Las enfermeras psiquiátricas siguen desempeñando un papel vital en la atención hospitalaria y ambulatoria.
Las enfermeras psiquiátricas desempeñan un papel vital en la atención de personas que sufren de enfermedades mentales. Parte de su trabajo es dar evaluaciones globales que ayudan a medir el estado mental. También administran medicamentos, y los profesionales de enfermería pueden incluso prescribirlo. También ayudan a los pacientes a través de intervenciones psicosociales que abordan los aspectos no biomédicos de la enfermedad mental. Esta ocupación desafiante requiere una comprensión completa de los aspectos médicos y socio-científicos de la enfermedad mental.
Una comprensión completa de la enfermedad mental
Uno de los aspectos más importantes que las enfermeras psiquiátricas deben tener es una comprensión profunda de la enfermedad mental, su etiología y sus tratamientos. Las enfermeras psiquiátricas interactúan con pacientes que tienen una amplia gama de condiciones, algunas de las cuales pueden funcionar más normalmente que otras. Interactuar con pacientes con enfermedades mentales graves es increíblemente difícil. Requiere paciencia, comprensión y una base de conocimiento sustancial.
Las enfermeras psiquiátricas son educadas en psicología, psiquiatría y neurología. Tienen una comprensión profunda de los mecanismos neurológicos y neurofarmacéuticos, además de los aspectos psicosociales y los síntomas externos de la enfermedad psiquiátrica. Las enfermeras que trabajan en instalaciones de psiquiatría también pueden recetar medicamentos, lo que requiere una comprensión sólida de la farmacología de los ISRS, los antipsicóticos de segunda generación y otros medicamentos comúnmente recetados.
Compasión: Adoptar un enfoque humanista
Las enfermeras psiquiátricas desarrollan una relación terapéutica única con sus pacientes, que puede ser clave en su proceso de curación. Para hacer esto, las enfermeras necesitan un grado enorme de compasión. Es importante ser capaz de entender y simpatizar con lo que alguien está pasando, incluso si es increíblemente ajeno a su propia vida cotidiana. Desde pacientes deprimidos que quieren acabar con sus vidas, a personas con trastornos psicóticos que experimentan delirios extraños e irrealistas, las enfermeras psiquiátricas interactúan con algunas de las personas más vulnerables. Para hacer esto, las enfermeras psiquiátricas necesitan acercarse a estos pacientes con compasión. Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, especialmente porque los pacientes pueden volverse agresivos.
Resiliencia: fortaleza en una ocupación emocionalmente exigente
Otra herramienta que necesitan las enfermeras es la resistencia emocional. Trabajar con pacientes psiquiátricos puede ser mental y emocionalmente agotador. Estos pacientes sufren a menudo inmensamente, y muchas enfermeras han tenido una relación terapéutica cercana con un paciente que eventualmente fallece. Estas son experiencias difíciles, y las enfermeras psiquiátricas se enfrentan a ellas diariamente.
Valorando a las enfermeras psiquiátricas.
La Enfermería Psiquiátrica es una rama a menudo subestimada de la enfermería, pero estos profesionales desempeñan un papel importante en la atención de pacientes que sufren de enfermedades mentales. Estos trabajadores compasivos, cariñosos y altamente educados rutinariamente hacen una gran diferencia en la vida de sus pacientes.