3. Deja de hablar/enviar mensajes delante de pacientes y/o familiares.
Todos vivimos con el teléfono cerca para que nuestros familiares puedan localizarnos cuando estamos trabajando, pero ¡mantén la profesionalidad y utiliza el sentido común! Los pacientes y sus familias no quieren saber sobre tus salidas nocturnas o sobre (¡horror!) la enfermedad de alguno de tus familiares. Están en el hospital/clínica para recuperarse y necesitan nuestra total atención.
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