Se necesita ser una persona especial para convertirse en enfermera. Tan especial que nos atrevemos a apostar que ya en la infancia había algunas cosas que indicaban que estabas destinada a llevar un uniforme de enfermera.
¿No estás segura? Quizá alguno de estos significativos rasgos te refrescará la memoria.
1. A tus padres les encantaban las excursiones en coche.
Nunca pedías que pararan para poder ir al baño, incluso ese día que estuviste en la carretera durante 12 HORAS.
2. Aunque no tenías demasiado clara la ciencia que había detrás de ello, una parte de ti sentía que había algo de verdad en toda esa historia de piojos y te tomabas muy en serio la amenaza.
Si alguien se acercaba demasiado, pasabas de 0:
A 100:
Muy rápido.
3. Siempre te sentiste indecisa acerca de los deportes de contacto. Veías el potencial de lesionarse por todas partes, pero no querías perderte toda la acción (siempre a pequeña escala)
4. Siempre sabías cuando tu hermano o tu hermana se hacía el enfermo. Si estabas de humor incluso les ayudabas a ponerlo en marcha mientras tus padres buscaban el termómetro. Sino…
5. Bebías por lo menos una taza y media de café para prepara cada test, examen o presentación, empezando por ABC hasta el trabajo sobre nutrias marinas.
6. Preferías los juguetes usados, especialmente los peluches usados. Era mucho más divertido cuidar de ellos que de los osos de peluche que no estaban a punto de perder un (botón) ojo.
7. No te ASOMBRABA la explicación de tus padres sobre “los pájaros y las abejas”.
Incluso les habías corregido. Dos veces.
8. No le tenías miedo a nada pero, por alguna razón, respondías muy negativamente ante los portapapeles. De hecho, era echar un vistazo a la lista de la clase y:
9. No pasaba nada si tus padres se olvidaban de incluir una chuchería en la comida, pero si se olvidaban de incluir tus toallitas antisépticas preferidas, bueno… se te llevaban los demonios.
10. Y en lo que se refiere a visitas al médico…
Otros niños:
Tú:
Así que ya ves, no puedes escapar de la #vidadeenfermera pero ¿es eso malo?
¡Dinos si nos hemos olvidado de algún rasgo más en la sección de comentarios!