Un pequeño truco puede hacer milagros y estos trucos de belleza para enfermeras ocupadas son una prueba de ello. Retoma la mañana (o los siete minutos que llamas ”almuerzo”) poniendo en práctica alguno de ellos.
Uñas:
1. ¿Tiempo libre para una manicura? <— ¡Jajaja!
Dedica un poco de atención a tus uñas sin tener que pelearte por coger sitio en la peluquería, mezcla 2 cucharadas de peróxido de hidrogeno, 4 cucharadas de bicarbonato y medio vaso de agua caliente. Pon tus uñas en remojo durante un minuto. Repite el proceso hasta que estés satisfecha con la limpieza y el aspecto. No te olvides de aplicar una capa protectora como toque final.
Pelo:
2. ¿Llevas el pelo fuera de sitio aunque esté bien peinado? Antes de ponerte las horquillas, cúbrelas con laca para que sujeten más.
3. Y hablando de horquillas, si quieres hacerte un moño a prueba de bombas, en lugar de las horquillas normales utiliza horquillas en espiral.
4. ¿Tienes una melena abundante que es un incordio lavar y secar y con un flequillo al que no le sienta nada bien los días de trabajo intenso? Intenta saltarte el lavado completo de melena y solo aclara el flequillo. Otro salvavidas para tus mañanas ajetreadas: un secador de manos libres (sí, existen).
5. ¿Desearías tener una melena abundante que es un incordio lavar y secar? Si tienes el pelo oscuro puedes hacer trampa. Usa sombra de ojos oscura para rellenar el nacimiento del pelo y conseguirás (lo que parece ser) una melena más voluminosa en pocos segundos. Mágico, ¿verdad?
6. ¿Sientes que hoy es el día de las “ondas” pero el tiempo no acompaña? Haz varias particiones gruesas con tu pelo, haz una trenza con ellas y después pasa la plancha varias veces por encima de la trenza. Voilà, ¡ondas!
7. ¿Tienes pelos sueltos quitándole la gracia a tu recogido? Utiliza un cepillo de dientes cubierto con laca como si fuera un pequeño peine y coloca los pelos sueltos en su sitio.
8. Ya que estamos con el tema de la laca, hemos pensado que podríamos enseñarte otro truco: el mismo truco hace maravillas con las cejas despeinadas (aquí insertar lavarse las manos)
Maquillaje:
9. Aquí tienes un ahorrador de tiempo cuando tienes que arreglarte a toda prisa: si cubres la parte superior del rizador de pestañas con un delineador de ojos, podrás rizarte las pestañas y aplicar delineador de ojos al mismo tiempo.
10. Antes de aplicar la máscara, pon un poco de polvo de talco en las pestañas con la ayuda de un bastoncillo para que se vean más voluminosas.
11. Para parecer que estás más despierta, pasa un delineador de ojos blanco por la parte interior del párpado inferior, en lugar del color negro habitual. Con este cambio parece que hayas dormido dos horas extra.
12. El pintalabios es genial… durante cinco minutos… después es prácticamente invisible y ni siquiera quieres acercarte las manos a la cara (piensa: gran cantidad de gérmenes). Para que el pintalabios dure más, aplica el color, cubre los labios con un pañuelo de papel y aplícales un polvo translúcido. No estamos seguras de la ciencia que hay detrás de esto, pero funciona.
13. ¿Todo el tiempo que pasas dentro del hospital ha acabado con tu bronceado (si es que alguna vez lo has tenido)? El maquillaje que es demasiado oscuro para tu tono de piel (gracias, turno de noche) puede aclararse con un poco de crema hidratante, para que no tengas que salir a cambiarlo.
14. Hablando de no tener que cambiar el maquillaje, la máscara que se ha secado puede revitalizarse añadiendo unas gotas de líquido de lentillas en el tubo. Ah, pero si ha estado contigo durante los últimos tres meses, no dudes en darle el retiro y así evitar posibles infecciones de ojo.
15. Las caras soñolientas pueden parecerlo menos dibujando el contorno del número “3”:
16. ¿Estás en el hospital y tu lápiz de ojos no? Tu máscara puede hacer una doble función… un poco como tú haces en 9 de cada 10 turnos. Simplemente pasa el pincel de un delineador de ojos por la punta de la máscara para transferir el color.
17. Vale, el maquillaje está en su sitio… fantástico. Vamos a mantener las cosas así de fáciles introduciendo en nuestra rutina matutina un fijador de maquillaje barato. Seis horas después, cuando no tengas la cara toda restregada, te alegrarás de haberlo hecho.
Las pequeñas cosas:
18. ¿Llevas un perfume sutil que tus pacientes adoran? Frota un poco de vaselina sobre tu piel antes de ponerte el perfume y así fijarás el olor durante más horas.
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