Jefe de enfermeras…. si tienes suerte
Puede que hayas sido la presidenta de tu hermandad. Puede que hayas sido una intrépida líder para tus amigos. Puede que hayas sido muchas cosas. Puede que incluso tengas unas extraordinarias dotes de liderazgo. Eso no significa que vayas a pasar directamente de ser una recién graduada, a ser la jefa de enfermeras. Si eres lista, capaz y aprendes rápido, puede que algún día llegues a ocupar un puesto de liderazgo. Sin embargo, no empezarás siendo la que manda. Es más, tu posición va a ser más bien la opuesta. Tienes que vaciar cuñas, trabajar en el turno de las 2 de la mañana, hacer el pesado papeleo y, básicamente, pagar el precio que supone ser la enfermera nueva, entre otras muchas cosas desagradables, durante ese primer año de empleo a jornada completa.
La buena noticia:
Esta situación no es para siempre. ¿Recuerdas cuando eras la nueva estudiante de enfermería haciendo rotaciones y todo el mundo tenía más experiencia e influencia que tú? Lo mismo pasa aquí. En uno o dos años serás una profesional y podrás observar desde tu posición elevada como alguien te reemplaza como residente novato. Eso no quiere decir que pases de un puesto de principiante a ser la jefa, pero sí que verás que vas ascendiendo en tu carrera y entenderás mucho mejor cómo puedes seguir ascendiendo.
Artículo realizado por Adam Starr