Hay una nueva epidemia en aumento. La sífilis, que alguna vez se pensó que estaba casi extinta, está apareciendo una vez más, y su propagación comenzó mucho antes del coronavirus.

Un repunte sorprendente

2019 marcó uno de los mayores aumentos de casos de sífilis en la historia reciente. En el año 2000, se consideró casi extinto, sin embargo, las tasas comenzaron a aumentar en 2001 y casi todos los años desde entonces, aumentando un 74% en 2015. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron recientemente que había 19.000 casos en 2019 solo en Estados Unidos, lo que representa un aumento del 11,2% con respecto a 2018. La tendencia ha afectado a todas las edades y grupos

Los hombres homosexuales continúan constituyendo la mayoría de los casos, representando el 56,7% de todos los hombres que contraen la enfermedad; sin embargo, los incrementos en este grupo se han ralentizado en los últimos años. La sífilis en parejas heterosexuales sigue aumentando a un ritmo acelerado, al igual que el número de casos en mujeres.

Según los CDC, más de un tercio de las mujeres que padecen la enfermedad en el oeste de los Estados Unidos también consumen metanfetaminas, las cuales han experimentado un aumento en su popularidad en los últimos años, especialmente en las zonas rurales y entre la comunidad gay. La metanfetamina inhibe el sentido del juicio de una persona y puede provocar comportamientos atrevidos.

Para agravar el problema, las aplicaciones de citas populares como Tinder y Grindr han hecho que el rastreo de contactos sea casi imposible. Las personas pueden usar esta tecnología para programar una cita rápidamente sin saber el nombre de la persona.

La Dra. Ina Park, profesora asociada de la Facultad de Medicina de la UCSF y autora de Strange Bedfellows, que explora la historia de las ETS, dice: “A veces solo conocen el nombre de su usuario. Y si el sexo no fue bueno pueden bloquearlo de su aplicación y ni siquiera saben cómo comunicarse con esa persona nuevamente”.

La pandemia de COVID-19 también está empeorando las cosas. A lo largo de la crisis, los virólogos, epidemiólogos y funcionarios de salud pública se han centrado en salvar vidas, lo que significa que enfermedades tratables como la sífilis a menudo pasan desapercibidas.

La Dra. Erica Pan, epidemióloga estatal de California, dice: “Estamos bastante preocupados por esto y hemos visto esta tendencia a lo largo del tiempo. Desafortunadamente, con años de no tener suficientes fondos e infraestructura en salud pública, y luego, en el último año una gran cantidad de personal que se había estado enfocando en el seguimiento de las ETS y la sífilis ha sido completamente redirigido a la pandemia”.

Por qué puede ser difícil diagnosticar la enfermedad

Es posible curar un caso de sífilis con una inyección de penicilina, pero la enfermedad puede provocar ceguera, sordera e incluso daño cerebral si no se trata. Los pacientes deben comenzar el tratamiento con antibióticos de 10 días lo antes posible para evitar daños permanentes, pero a menudo es más fácil decirlo que hacerlo.

Park dice que muchos proveedores no están capacitados para detectar la sífilis cuando llega un paciente quejándose de fatiga. “El paciente entró diciendo: ‘Estoy cansado’”, comenta. “¿Cuántas personas van a decirle: ‘Quítese los pantalones y levante el escroto para revisarlo? Solo hacemos eso en la clínica de ETS porque a eso nos dedicamos”.

La Dra. Karen Smith, ex directora del Departamento de Salud Pública de California, dice que algunas leyes que influyen en los sistemas de salud empeoran la situación. Por ejemplo, la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, o Obamacare, en Estados Unidos, amplió el acceso al seguro médico en todo el país, por lo que los legisladores y administradores pensaron que las clínicas gratuitas no tendrían tanta demanda. Pero no fue así como resultaron las cosas.

“En cierto modo, todos asumimos que, si tienes seguro médico y tienes acceso a un médico, eso es todo lo que necesitas. Resulta que eso no es todo lo que hace falta”, comentó Smith.

Ella dice que muchas personas seguirían teniendo aventuras, consumirían metanfetamina o practicarían sexo sin protección, pero no se lo dirían a su médico de atención primaria por miedo o vergüenza.

“Esa pérdida de la atención anónima realmente es un problema”, expresó Smith.

Cómo la sífilis afecta a los recién nacidos

La epidemia también está afectando a las futuras madres, a sus hijos y a los pediatras.

Christian Faulkenberry-Miranda, quien trabaja como pediatra familiar en Fresno, California, dice que pasó de tratar un par de casos de sífilis al año a dos casos por semana.

“Lo decepcionante es que la sífilis es muy tratable”, dice. “Es algo que se puede prevenir por completo con la detección y el tratamiento adecuados de estas madres durante el embarazo”.

Las madres que dan a luz a bebés con la enfermedad a menudo no tienen idea de que están infectadas. Algunas suelen carecer de acceso a la atención prenatal. Otras pueden evitar hacerse la prueba de ETS si temen que su proveedor les llame la atención por consumir drogas durante el embarazo.

“¿Cómo puede estar sucediendo esto? Las pruebas son accesibles y están ampliamente disponibles. El mismo tratamiento que hemos estado usando desde los años 40 todavía funciona”, dice Park. “Y, sin embargo, tenemos esta epidemia completamente fuera de control entre los bebés más vulnerables de nuestra sociedad”.

El Dr. Pan dice que la pandemia habla de la importancia de invertir en el rastreo de contactos y en clínicas de atención médica basadas en la comunidad.

“Ha sido un año realmente largo y difícil para responder a esta pandemia, pero la gente ciertamente ha reconocido y se ha dado cuenta del impacto de la desinversión en la infraestructura de salud pública”, dijo. “Espero que muchos de los recursos que esperamos utilizar a largo plazo después de esta pandemia también beneficien el control de las ETS”.