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Chicos, nunca se acaba. Cuando pienso que ya he escuchado todas las excusas o conversaciones ridículas, los humanos demuestra que son las criaturas más tontas del universo. Aquí hay una pequeña muestra de cosas que me han dicho en los últimos meses.
- “Soy alérgica al oxígeno”. Esto me lo dijo una mujer a la que estaba intentando colocar una cánula nasal después de una operación. Me pregunto si en lugar de ello no debería haberla enchufado a un medidor de flujo de metano.
- “No tomaré aspirina porque no es natural”. ¿Qué puede ser más natural que el extracto de corteza de sauce? Te daré un poco de tregua por tu apoplejía pero, si tanto te preocupa lo natural, prestaría un poco más de atención a esa cosa procesada de soja que acabas de comerte.
- “Mi madre no puede comer tomate. La ponen sentimental”. Pues vale.
- “No pongas ese espesante en el agua de papá. Eleva sus niveles de azúcar”. Me alegro que menciones eso. La neumonía por aspiración es tan fácil de tratar y, por lo que yo sé, no tenemos medicamentos para tratar la hiperglucemia. (Mirada de reojo al familiar)
- “Si lo sacas de la cama te denuncio por asalto y perderás la licencia”. Por si sirve de algo, el paciente (postoperatorio por reemplazo de rodilla) no tenía ningún problema en desplazarse para ir a rehabilitación. Era su hijo el que estaba chiflado.
- “¿Por qué el servicio de comidas no ha enviado el panecillo y la brownie que he pedido para comer?” Probablemente sea debido a que se te ha diagnosticado una alergia “muy grave” al gluten.
- “Algunas veces las uñas de los pies se le caen pero eso no nos preocupa”. …¡guau!
- “Cuando mi mujer tiene el azúcar alto, le doy un par de unidades extra de insulina, además de lo que ya se toma normalmente, para asegurarme de que recibe lo suficiente”. ¡Educación del paciente ya!
- “¿Te importaría vigilar a mi bebé mientras visito a un paciente?” La única respuesta a esto es una mirada asesina.
- “Todos han sido tan amables y profesionales. Muchas gracias. Me siento mucho mejor sabiendo que hay personas altamente preparadas a las que realmente les preocupa cuidar de mi”. Vale, reconozco que esta última sobrepasa la frontera de lo que es creíble.