3. Demasiado Ajustado Nunca Resulta Adecuado
¿Has ganado algo de peso? ¿Crees que solo tú puedes darte cuenta de que el uniforme te queda apretado en la cintura y los muslos? Llevar ropa ajustada es incómodo para todo el mundo, especialmente si tienes actividad y estás de pie durante gran parte de tu jornada laboral. Además, llevar ropa ceñida no causa una buena impresión. A nadie le apetece presenciar cómo se rajan tus pantalones al hacer un movimiento poco afortunado. Es el momento de hacerte con unos pantalones de uniforme más holgados.
Hablando de peso, alguna de la gente que ha ganado un cierto volumen alrededor de la cintura puede enfrentarse a una situación un tanto complicada: ¿llevar los pantalones hacia arriba o hacia abajo? Para solucionar el problema del aumento de barriga, acabas cometiendo una metedura de pata a la hora de escoger tu uniforme y acabas llevando los pantalones por encima de la cintura o por debajo de ella. ¡No es una buena idea! Ha llegado el momento de comprar un uniforme que te quede bien mientras te deshaces de esos quilos de más. Puedes llamarlos cariñosamente tus uniformes de “vacaciones”.
Haz el test de inclinarte hacia delante, ¡en el espejo de tu casa!