5. Ignorar la Fatiga Emocional
La fatiga emocional (también conocida como “agotamiento”) puede golpear hasta a la enfermera más meticulosa de vez en cuando. La clave está en reconocer el agotamiento y esforzarse por erradicarlo. Por supuesto siempre habrá esos pacientes, familias y compañeros que hacen que quieras tirarte del pelo, pero esto no debería arruinar tu carrera de enfermería.
¿Te sientes agotada? Detente y piensa, “¿Qué es lo que me preocupa?¿Hay algo fuera del trabajo que me esté estresando?” Intenta cambiar de turno si trabajar a media noche es para ti. ¿Tienes todavía vacaciones pendientes? Tómate un tiempo de descanso —sola o con tus amigos o tu familia. Por último, piensa en todas las razones que te llevaron a querer ser enfermera. Haz una lista de todas esas razones y mírala de vez en cuando para recordarte las buenas cosas que tiene tu trabajo.
¡No te dejes embaucar por el error nº 6!