Casi todos los profesionales de la salud tienen al menos una historia loca de un paciente. Es algo normal cuando se atiende a las personas en su peor momento. Desde accidentes trágicos hasta equivocaciones graciosas, los enfermeros no suelen tener que salirse demasiado de su camino para ver algo fuera de lo común. Están allí cuidando de los pacientes, esté o no el médico, lo que significa que están en primera fila para ver prácticamente todo lo que puede ir mal en el entorno sanitario.
Pedimos a millones de enfermeras que compartieran sus historias más disparatadas con los pacientes y obtuvimos más de lo que esperábamos. Esto es lo que tienen que contar:
- Dos pacientes de parto, con el mismo padre. No sabían nada la una de la otra. Lo descubrí cuando me confundí al ver al mismo tipo en otra habitación. – Keri J.
- Tuve un pobre paciente que vino con una botella de vidrio metida en el trasero. Al parecer fue secuestrado, vendado, metido en la parte trasera de una furgoneta y agredido por su captor antes de escapar. – Matt y Heather S.
- Un tipo ingresa en la UMA drogado con… algo. Sobre las 3 de la madrugada sale corriendo desnudo de la sala. Se detiene en una mesa fuera de una habitación, coge una jarra de agua, se la echa por encima, luego hace un helicóptero con sus partes gritando: “¡Wayhay!”. Y vuelve a correr. Era la última guardia de una colega con nosotros. Habíamos bromeado sobre conseguirle un stripper, no tuvimos que hacerlo – Marie Zieba A.
- Un paciente había prendido fuego a su cinturón. Corrí a su habitación y cogí una toalla húmeda para sofocar el fuego, mientras decía “¡¿Qué estás haciendo?!”. Al parecer, entró con un mechero en el bolsillo. Supongo que nadie le revisó los bolsillos cuando ingresó y colocó la bolsa con sus pertenencias lo suficientemente cerca de él como para que pudiera alcanzar el encendedor. Gracias a Dios (¡y sorprendentemente!) nadie resultó herido. – Ann P.
- Tenía un niño de unos 8 años en la UCI. Se le había quitado la sedación, pero no se despertaba. Yo estaba muy ocupada, y no tenía ni un segundo para ir al baño. Intenté no hacerlo, pero se me escaparon algunos gases; pocos, eso sí. De repente, me sorprendió oír al chico decir… “¿Quién se ha tirado un pedo?”. – Lisa B.
- Llevé a una paciente con demencia al baño y la esperé fuera de la puerta. Le preguntaba cada pocos minutos si estaba lista y ella seguía diciendo que casi. Finalmente, me asomé y tenía casi todo un rollo de papel higiénico desenrollado en un fajo gigante en su regazo. Le digo: “¡Oiga!… ¿Qué estamos haciendo?” Ella respondió: “¡¡¡No lo sé, pero no para de salir!!!”. ? la pobre se había olvidado de cómo romper el papel higiénico. – Heather L. H.
- Trabajo en un centro de cirugía ambulatoria. Toda mujer en edad fértil tiene que hacerse una prueba de embarazo. Así que hacemos la prueba de embarazo en orina mientras las admitimos. La joven me dio su muestra y le comenté que era muy clara. Y su respuesta fue, “¡pues no salió mucho, así que la mojé en el inodoro para añadir agua y facilitarte la prueba!” – Lisa S. H.
- Un paciente solía enrollar literalmente sus heces en bolitas redondas, alinearlas en su mesita de noche y lanzarlas cuando pasábamos porque nuestro uniforme era un pantalón blanco. Hacía un efecto sonoro de “pew”. Todos intentábamos huir de las balas de excrementos o cubrirnos con una manta. Debí renunciar entonces, pero aquí estoy 20 años después todavía marcada ?? – Deana T.
- Cuidé a una señora con demencia que estaba convencida de que había 11 gatos en su habitación, tuve que “recoger” físicamente a 11 gatos y sacarlos uno a uno hasta que la señora estuvo satisfecha. ? – Becca T.
- Tuve una paciente que estaba 100% convencida de que había encogido a sus 3 hijos y que estaban en una silla en la que me iba a sentar. Después de ir de un lado a otro diciéndole que no había nadie allí, finalmente decidí seguirle la corriente para que dejara de gritar y llorar. Tuve que recoger a cada “niño” y sentarlos donde ella quería. Luego tuve que disculparme con ellos por casi aplastarlos. – ShaQuanda G.
- Me lanzaron un injerto de piel ? – Becci K.
- Atendí a un paciente que me dijo que detrás de mí estaba una niña de unos 7-8 años que se parecía a mí. Tuve un embarazo ectópico 9 años antes. También era un turno de noche. Me dio escalofríos. – Emma K.
- Tuve que empezar a colocarle una sonda foley a un hombre de 500 libras en Lasix. Les juro que no pude encontrar su pene… como si estuviera enterrado bajo los rollos y no pudiera descubrirlo… Le pedí a un compañero de trabajo que fuera a ver si lo encontraba… y salió y dijo: “No vi nada malo, todo parecía estar bien, no sé de qué estás hablando”. Confundida, le dije “Ummm, ¿en qué habitación entraste?”. Me dijo: “habitación 12”. El paciente con el que le dije que me ayudara era la habitación 14… fue a una habitación al azar y comprobó el “órgano vital” de alguien para ver si estaba bien… y para colmo, el paciente al azar era ciego y su novio estaba al lado de su cama. Debe haber sido muy extraño… – Katelyn M.
Y, por último, pero no menos importante…
No soy enfermera, pero he leído estos comentarios y me parece que no les pagan lo suficiente. ? – Lowry B.