Los hospitales tienden a ser algunos de los lugares más peligrosos en los que las personas se ganan la vida. Como trabajadora de la salud, puedes estar expuesta a violencia en el lugar de trabajo, productos químicos peligrosos, enfermedades y fluidos corporales, largas horas en el piso, resbalones y caídas, y estrés físico y mental intensos. Los trabajadores de la salud tienen casi el doble de probabilidades de lesionarse en el trabajo que los de otras industrias.
Incluso sin la amenaza de violencia en el lugar de trabajo y la posible exposición a materiales peligrosos, caminar, levantar objetos, agacharse y escribir constantemente puede afectar fácilmente tu salud física, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una variedad de afecciones médicas, incluido lo que se conoce como trastorno musculoesquelético relacionado con el trabajo, el síndrome del túnel carpiano o tendinitis.
Es por eso que nos estamos tomando un tiempo para hablar sobre la ergonomía de la atención médica. Mejorar la ergonomía de tu lugar de trabajo te ayudará a ti y al resto de los empleados a trabajar de manera más inteligente, no más difícil. El trabajo no se sentirá tan demandante físicamente, y no tendrás que preocuparte tanto por dolores de espalda, dolencias musculares o por lesionarte en el trabajo. Obtén más información sobre cómo mejorar la ergonomía de la atención médica.
¿Qué es la ergonomía?
La ergonomía es la ciencia de optimizar las condiciones del lugar de trabajo en función de las capacidades de la fuerza laboral. Por ejemplo, obligar a tus empleados a levantar objetos pesados día tras día desgastará su capacidad para hacer su trabajo apropiadamente, teniendo en cuenta las limitaciones del cuerpo humano. En cambio, puedes hacer que tus empleados usen una carretilla elevadora o una carretilla elevadora para mover objetos pesados, de modo que no tengan que doblarse ni utilizar sus músculos con tanta frecuencia durante el día.
Si la ergonomía del lugar de trabajo es sólida, Tus empleados deberían poder completar cómodamente las tareas sin lesionarse en el proceso. Una fuerte ergonomía produce una mayor productividad, menos lesiones en el lugar de trabajo y una mayor satisfacción de los empleados.
Desafortunadamente, la industria de la salud no es conocida por su fuerte ergonomía. Los trabajadores sanitarios y de asistencia social experimentan algunas de las tasas más altas de trastorno musculoesquelético, con una tasa de incidencia de 208.4 por cada 10.000 trabajadores. En general, el trastorno muscoloesquelético relacionado con el trabajo representa alrededor del 53% de todos los casos de lesiones y enfermedades entre las enfermeras. Las lesiones de espalda en la industria de la salud cuestan aproximadamente 20 mil millones de dólares anuales. Los empleados de hogares de ancianos y de atención a largo plazo tienden a enfrentar un mayor riesgo de esguinces, dolores musculares, trastornos muscoloesqueléticos y lesiones de espalda que los proveedores de atención tradicional.
Consejos para mejorar la ergonomía de tu lugar de trabajo
Mejorar la ergonomía en el lugar de trabajo depende de tu instalación específica y de los deberes y responsabilidades de los empleados. Es necesario comenzar haciendo un balance de tu lugar de trabajo. Realizar una evaluación de seguridad utilizando un profesional con licencia para identificar cualquier riesgo potencial en el lugar de trabajo, incluidas no solo las amenazas de violencia física y la posible exposición a materiales peligrosos, sino también los posibles puntos de estrés que pueden afectar la salud y el bienestar de tus empleados.
También deberás considerar las rutinas diarias de tus empleados. Habla con los miembros del personal para ver qué aspectos del trabajo tienden a ser los más difíciles físicamente. Las enfermeras y asistentes de atención médica se verán exhaustos al final de un turno de 12 horas, así que procura hacer todo lo posible para aliviar algunos de los aspectos más exigentes físicamente del trabajo, como agacharse, levantar y mover pacientes, transportar equipos y caminando hacia y desde diferentes partes de la instalación.
Una vez que hayas realizado tu investigación, comienza a ajustar tu lugar de trabajo y analizar los resultados. Aquí tienes algunos ejemplos de cómo puedes mejorar la ergonomía de tu lugar de trabajo:
- Evita almacenar equipos y suministros de uso frecuente en áreas de difícil acceso, como cerca del suelo o en el estante superior.
- Considera invertir en equipos de oficina más cómodos, como sillas reclinables de escritorio, para mejorar el bienestar de tus empleados.
- Aumenta la iluminación para ayudar a tus empleados a ver más claramente en el trabajo.
- Evita almacenar equipos y camillas en pasillos y caminos estrechos.
- Crea un sistema para limpiar derrames y fugas lo más rápido posible para evitar tropiezos y caídas.
- Eleva la altura de las camas de los pacientes cuando sea posible, para que tus empleados no tengan que inclinarse tanto para atender a los pacientes.
- Asegúrate de que tus empleados tengan un lugar seguro para sentarse y relajarse en sus descansos.
- Limita la cantidad de horas que tus empleados puedan trabajar en un día, semana o mes.
- Cambia la comida chatarra en las máquinas expendedoras (si disponen de una) por opciones más saludables.
- Alienta a todos a volver a colocar los artículos y equipos donde pertenecen para evitar accidentes y siniestros.
- Considera trasladar las estaciones de trabajo a una nueva área, para que tus empleados no tengan que caminar tan lejos dentro de sus instalaciones.
- Anima a tus empleados a utilizar zapatos adecuados, para que no se cansen tanto en el piso.
Ten en cuenta estas ideas cuando ajustes la ergonomía de tu instalación. Pequeños cambios pueden producir grandes resultados. Tus empleados no se sentirán tan cansados al final de sus turnos y no tendrán que preocuparse por romperse las espaldas en el trabajo. Se trata de mantener cómodos a los empleados.