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No dudes en añadir tus propias sugerencias en la sección de comentarios. No me he extendido mucho para no estar aquí los próximos diez años o llenar 10 páginas…
1. Ten un problema concreto.
Me da igual que sean vómitos, fiebre, dolor de cabeza, dolor de articulaciones, malaria, apoplejía o un ataque al corazón, o
te falta una extremidad: simplemente asegúrate de que tienes algo. Un hospital no es lugar para tomarse un descanso, por mucho que lo necesites.
2. No exageres o minimices tu dolor.
Realmente me asaltan las dudas si me dices que estás bien pero tus manos agarran fuertemente los barrotes de la cama. También tengo dudas cuando valoras tu dolor con un 11 y estás comiendo pizza y enviando mensajitos.
3. El Phenergan no es para divertirse.
No me pidas Phenergan cuando te estás comiendo una enorme hamburguesa con toda su guarnición. Si quieres hacer la siesta, hazlo sin que intervengan los fármacos.
4. No amenaces a la enfermera.
No voy a trabajar mejor por decirme que dispararás una bala en cualquier parte de mi anatomía.
5. No te alejes, con el porta suero todavía enganchado, e intentes subirte al autobús.
Resulta embarazoso para los dos cuando seguridad te trae de vuelta.
6. “No Fumar” significa “NO FUMAR”.
Te enviaremos a tu casa si intentas fumar en el baño.
7. Los amigos y familiares son encantadores, pero intenta que no se alboroten.
Esto va dirigido principalmente a los amigos y familiares: si en la habitación hay más de cuatro personas durante más de una hora, la persona que está en la cama no descansa. Por favor, recuerda que estás en un hospital, no dando una fiesta de bienvenida.
8. No me importa a quién conoces, tu resonancia magnética no irá más deprisa.
Tampoco lo conseguirá llamar a tu abogado, al presidente del sistema sanitario o a tu diputado preferido. Todos ellos ya saben que eres un capullo y seguramente se pondrán de mi parte.
9. No entres comida a escondidas en tu habitación
Esto por dos si eres un diabético descontrolado o acabas de someterte a una cirugía bariátrica.
10. Finalmente, por el amor de Dios, sé educado.
Cuando estás suficientemente bien, el “por favor” y “gracias” se agradecen enormemente.