iStockphoto | ThinkStock
Todos los hemos tenido… ¡pacientes que vuelven loco a todo el hospital! Aquí tienes los cinco tipos de pacientes que me vuelven loca (¡y no de forma positiva!)
1. El Superllamador
¿En serio? No hace ni tres minutos que acabo de venir de tu habitación y te he preguntado directamente si necesitabas algo antes de irme. ¿Analgésico? ¿Hielo? ¿Baño? ¿Cambio de posición? ¿Un cofre con oro y una capa de armiño? Has dicho que no. Ahora vuelves a llamarme para pedirme que baje tu termostato dos grados.
Has llamado 12 veces entre las 6:45 y las 7:15. Estoy a punto de atarte las manos a los lados.
2. El fanático del Dr. Oz
Aquí va un consejo: el hecho de haberlo visto en la televisión no lo hace necesariamente cierto. Me trae sin cuidado que no quieras tomarte tu medicación, simplemente dímelo y lo anotaré en tu historial. Lo que no necesito es una lección sobre cómo el Metoprolol interfiere con el fluir de tu energía o cómo has curado tu diabetes con purgantes y enjuagues de aceite.
3. El rey de las comparaciones
Las cosas son diferentes en diferentes hospitales. Los formularios de farmacia varían y también varían los menús del servicio de habitaciones. Unos hospitales tienen una marca de gorros de ducha y otros una marca diferente. ¿Sabes qué? Quejarte de que los cepillos de dientes del Hospital X son mucho mejores que los nuestros no me impresiona y no me hace salir corriendo hasta el Hospital X para pedir cepillos de dientes para ti. Si tanto te gusta el Hospital X, ¿qué estás haciendo aquí?
4. El teatrero
Todavía no te he tocado. Deja de gritar.
En serio, deja ya de gritar.
5. El chico listo
Esa broma era graciosa las primeras cinco mil veces. También he oído en repetidas ocasiones ocurrencias ingeniosas sobre mi pelo, mi uniforme y mis pecas. No, no voy a besarlo para curarlo, masajear tu vejiga o aprovechar el espacio vacío que tienes en la cama. De hecho, soy tu última oportunidad de tener una enfermera. El resto de personal de esta planta ya te ha despedido. Así que pórtate bien.