Escenario: grandes objetos empiezan a caer del cielo inesperadamente y se declara el estado de emergencia local
La enfermera nueva informa a su supervisora y se le asigna inmediatamente la tarea de ayudar a transportar a los pacientes menos graves a otra ala del hospital, dejando libre su unidad para aquellos pacientes que han sido golpeados por los pianos y las morsas que caían del cielo. Lleva su casco, tal y como le han enseñado en los entrenamientos, y tiene un uniforme de recambio en su taquilla, por si las morsas la acaban salpicando.
La enfermera novata informa a su supervisora y se le asigna la tarea de mover a los pacientes lejos de las ventanas y cerrar cortinas y persianas. Mientras está haciendo esto observa que algunas morsas y pianos no caen tan rápido como otros y se pregunta si esto tiene algún tipo de explicación. Sale fuera, sin su casco, y empieza a hablar con el líder del grupo que predijo una lluvia de morsas y pianos que anunciaba el fin del mundo. Pasados varios minutos recuerda que se suponía que debía cerrar las ventanas del hospital. Como la entrada está bloqueada por pianos rotos, escala la pared y se arrastra por los conductos de ventilación hasta llegar a su unidad, llegando justo cuando la crisis ya ha terminado.
Uno de estos escenarios me pasó a mí el año pasado. Dejaré que decidas cuál de ellos es. Francamente diré que ¡ese día fui una novata!