A medida que adquieres experiencia en enfermería, también te vuelves un poco insensible a todas las cosas asquerosas. Hay tantos fluidos corporales distintos que salpican tus uniformes que con el tiempo dejan de parecerte desagradables. Afortunadamente, esto no es algo malo, ya que hace que sea más fácil cumplir con tus deberes como enfermera/o.
Existen, sin embargo, algunas cosas que aún hacen temblar al enfermero más duro. El cáncer de testículo es una de las más destacadas. Después de todo, cualquier hombre coincidiría en que hay un lugar especial en su cuerpo donde nunca desea sentir ningún tipo de dolencia o incomodidad. Como enfermero, el cáncer testicular afecta tu vida de muchas maneras mientras afrontas tus propios chequeos, y también cuidas a los pacientes y/o familiares que padecen este tipo de cáncer.
Cuidarse: Chequeos de Rutina
Como enfermero, eres compasivo y cuidas a mucha gente. La pregunta es – ¿con qué frecuencia te cuidas a ti mismo? Debes recordar que tus pacientes te necesitan y que no puedes seguir cuidándolos si no cuidas bien de ti mismo.
Estadísticamente, el 92 por ciento de los estadounidenses cree que un examen físico de rutina es importante, pero solo el 62 por ciento acude al médico para este chequeo importante. La frecuencia con la que debes acudir al médico para un chequeo de rutina varía según la edad:
- De 19 a 21 años, una vez entre 2 a 3 años
- De 22 a 64 años, una vez entre 1 a 3 años
- A partir de los 65 años, una vez al año
Según the Testicular Cancer Society (la Sociedad de Cáncer Testicular), también es importante que te realices un autoexamen una vez al mes. Hazlo solamente una vez al mes después de salir de la ducha. Incluso puedes programar una alarma como recordatorio mensual para hacerte el autoexamen.
La Historia del Proveedor de Cuidado
Trabajando en la industria médica, con frecuencia eres la primera persona a la que los familiares cercanos y amigos llaman para recibir atención médica. Por lo tanto, es posible que te encuentres en una situación en la que brindes atención a un miembro de la familia que padece cáncer testicular. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que el cáncer de testículo afecta más que a la persona que padece el cáncer. También es estresante para quienes le brindan atención e incluso para los proveedores de servicios médicos.
De acuerdo a la cuidadora de Ian McWhirt, un joven de 19 años con un diagnóstico de cáncer testicular en el Estadio IIIB, brindar atención a alguien que es víctima de este tipo de cáncer requiere un ejército.
Requiere una cantidad extrema de organización.
“En casa, los 12 medicamentos de Ian estaban en su dormitorio con las instrucciones del médico junto a ellos, y un termómetro, desinfectante de manos y números de emergencia del médico. Registraba la temperatura de Ian de 2 a 4 veces al día y calificaba sus síntomas y efectos secundarios como se hace en el hospital. Que tuviera dolor constante en el pecho, dolor de cabeza, signos de hemorragia interna o fiebre leve significaban un viaje a la sala de emergencias”.
Siempre debes estar preparado.
“Manteníamos una almohada y una manta extra en el auto para ir a sus citas, y una bolsa de plástico por si tenía que vomitar. Siempre llevaba cosas para Ian en mi bolso — agua embotellada, tapones para los oídos, su música y auriculares, caramelos duros, frutos secos, chicle y de vez en cuando un paquete de Pop Tarts, una de las pocas cosas que podía comer sin vomitar”.
Debes recordar que son más que una víctima de cáncer.
Una de las mayores dificultades al brindar atención a un paciente con cáncer es recordar que es más que un simple paciente con cáncer. Según la cuidadora de Ian, el joven de 19 años agradeció la manera en que sus enfermeras le hacían preguntas sobre su vida y sus intereses. Encontró frustrante cuando alguien le preguntó qué se sentía tener cáncer testicular ya que no era una pregunta que él pudiera responder.
Las Terribles Estadísticas
Cada año, entre 8.000 y 9.000 hombres en los Estados Unidos recibirán un diagnóstico de cáncer testicular. El diagnóstico es más común en hombres entre las edades de 15 y 44 años, con una edad promedio de 33 años. Sin embargo, el 14 por ciento de los casos testiculares son hombres mayores de 55 años o menores de 15 años. El número de casos de cáncer testicular continúa en aumento, pero la cantidad de hombres que mueren por el diagnóstico continúa disminuyendo.
Las estadísticas también estiman que aproximadamente entre 400 y 450 hombres mueren de cáncer testicular cada año. Estas muertes son el resultado de la propagación del cáncer o el tratamiento infeccioso. Los autoexámenes mensuales y los exámenes médicos anuales son cruciales para detectar a tiempo el cáncer testicular. La detección temprana del cáncer testicular disminuye la probabilidad de que se disemine a otras partes del cuerpo y aumenta las posibilidades de tratamientos efectivos.
Como enfermero, es solo una cuestión de tiempo antes de que la pelota del cáncer testicular llegue a tu cancha. Solo recuerda hacerte tus autoexámenes mensuales y alentar a tus amigos, a los miembros de la familia y a tus pacientes a hacer lo mismo.