Los dilemas éticos son un tema bien extendido en el sector médico. Si has estado en el mundo de la enfermería desde hace algún tiempo, probablemente ya te has topado con muchos dilemas éticos. Con las enfermeras trabajando con tantos y diversos asuntos delicados, no es de extrañar que a veces sientas que tu moral personal choca con la ética de enfermería que debes aplicar en tu trabajo.
Los dilemas éticos pueden tener un efecto negativo en tu bienestar, especialmente cuando no lo ves venir. Cuanto más te prepares mentalmente sobre el tema, mejor sabrás reaccionar cuando se te presente la oportunidad. Pero independientemente de cuánto intentes pensar sobre algunas cosas, no siempre encontrarás una manera correcta o incorrecta de reaccionar. Después de todo, eso es lo que un dilema ético significa: tener que hacer las paces sin lograr una solución satisfactoria.
Con la enfermería siendo un trabajo basado en la moral que la mayoría de la gente elige debido a sus fuertes convicciones y al compromiso de servir a los demás, se siente como si nunca deberías tener ningún disgusto mientras trabajas. Después de todo, tu motivación principal para dedicarte a esta carrera es ayudar a otros y contribuir a reducir el daño de cualquier manera posible. Pero el bien y el daño son dos conceptos muy subjetivos. La que podrías creer sea la mejor forma de ayudar a alguien podría no ser compatible con su creencia. Servir a otros en estos casos podría significar también tener que ayudarlos mientras no compartas sus creencias. Pero, por supuesto, este choque debe ocurrir dentro de ciertos límites. De otra manera, terminarás sintiéndote exhausta de renunciar a “ti misma”.
¿Dónde se encuentran los lugares más comunes donde podría producirse este choque entre tu ética de enfermería y tu moral personal? Por supuesto, existen muchos asuntos éticos con los que las enfermeras pueden cruzarse a diario. La mayoría de ellos involucran un profundo sentido de ética acerca de la vida y la muerte, la libertad de elección, entre otros.
Diferencias Culturales y Religiosas
Aquí es donde ocurren la mayoría de los choques. Nuestras creencias sobre la vida y la muerte condicionan nuestro comportamiento, y pueden ser muy distintas de una persona a otra. Algunos temas principales que provocan un montón de problemas son asuntos que giran en torno al debate pro-elección versus el pro-vida, rechazando los procedimientos salvavidas que van en contra de las creencias religiosas, etc.
Si una enfermera realmente no apoya el movimiento pro-elección, ¿cómo puede continuar con el deber médico que tiene en caso de que una paciente esté pasando por un aborto?
Autonomía en la Toma de Decisiones
Uno de los mayores, más comunes dilemas éticos en la enfermería sucede cuando un paciente quiere algo que está en contra de su propio bien. Claramente conoces lo que puede dañar el bienestar físico de alguien, y sin embargo ellos se aferran tercamente a sus alternativas perjudiciales. Pueden comportarse en una forma que les cause daño o pueden rechazar un procedimiento o medicamento que sea necesario para su bienestar. Independientemente de la razón que tengan tras esto, saber que están provocándose daño se siente contrario a tu compromiso de acercarlos a un lugar saludable. Y realmente lo es. Pero ¿está autorizada una enfermera a obligar a alguien cuando claramente rechazan su ayuda – sin importar cuán irracional pueda ser su argumento?
La respuesta es, por supuesto, es muy difícil de señalar – especialmente cuando se trata de creencias muy personales que estimulan su comportamiento, como las creencias religiosas. Si la supervivencia de un paciente depende totalmente de una transfusión de sangre a la que éste se opone, basado en creencias religiosas, entonces podrías encontrarse atascada. Por mucho que estás comprometida a salvar su vida, también estás obligada a respetar sus deseos más profundos y su decisión en los aspectos fundamentales.
Información Verdadera
Tener que ocultar la verdad de los miembros de la familia porque el paciente te pide que lo hagas o porque ocuparse del cuidado más suavemente del paciente puede ser conflictivo para muchos. O tal vez la familia te pide que no informes al paciente sobre una condición potencialmente mortal que puedan tener. ¿Cómo maneja una enfermera semejantes situaciones si decir la verdad e informar al paciente se siente como una obligación? O aún peor, ¿cuándo sientes que al no ser honesta sólo le traerás más daño? Si estás comprometida a respetar los deseos del paciente, ¿también tienes que hacer lo mismo con las creencias de su familia?
En general, los dilemas éticos están aquí para quedarse, y sólo se puede afrontar uno a la vez. Sin duda, no hay bien o mal, y existen muchas consideraciones en juego.