La pandemia de coronavirus está transformando radicalmente la vida doméstica en todos lados. Millones de enfermeras y proveedores de atención médica están en la primera línea contra la pandemia, y muchos alquilan habitaciones de hotel para prevenir la propagación del virus mientras sus parejas están en casa con los niños.
El 91% de las enfermeras son mujeres, lo que significa que en este momento muchos hombres pasan más tiempo en casa del acostumbrado. Los estudios muestran que las mujeres ya hacen la mayor parte del trabajo doméstico, pero la pandemia está equilibrando la balanza. Los hombres casados ahora se encuentran haciendo todo, desde el cuidado de niños y la enseñanza en el hogar hasta configurar llamadas de Zoom con amigos y familiares.
El coronavirus podría provocar cambios permanentes en la vida doméstica, transformando completamente la dinámica del núcleo familiar.
Responsabilidades del hogar por género
Aunque las mujeres ahora tienen más probabilidades de tener un título universitario que los hombres, siguen siendo responsables de la mayor parte del trabajo doméstico en muchas situaciones. De hecho, las mujeres casadas tienden a pasar el doble de tiempo en las tareas domésticas que los hombres casados. Hoy en día, las mujeres dedican más tiempo al cuidado de los niños que en la década de 1960. Esto incluye desde establecer fechas de juego hasta conferencias de padres y maestros, así como ayudar a los niños con sus tareas.
Esto a menudo cae en la categoría de “trabajo no remunerado”. Los estudios demuestran que las mujeres pasan aproximadamente 4 horas al día haciendo trabajo no remunerado, mientras que los hombres pasan solo 2.5 horas al día en promedio.
Muchas tareas del hogar todavía tienden a dividirse por género. Los hombres pueden sacar la basura o cambiar el aceite del automóvil, mientras que las mujeres tienden a ser responsables de las tareas mentales y emocionales, como el cuidado de los niños, las citas médicas, el trabajo escolar y el mantenimiento de las relaciones familiares. Para las mujeres, no se trata solo de trabajo físico. Estas tareas tienden a consumir horas de energía mental y emocional que a menudo pasan desapercibidas.
Los estudios también demuestran que cuanto más dependientes económicamente sean las mujeres de sus esposos, más tareas domésticas es probable que hagan. Sin embargo, las mujeres trabajadoras cuyos esposos están desempleados todavía hacen más tareas domésticas que sus cónyuges.
Cómo el coronavirus está cambiando la vida doméstica
El coronavirus está cambiando rápidamente estas normas. Con muchos negocios no esenciales cerrados y millones de personas en paro, las proveedoras de atención médica están trabajando en la primera línea de la pandemia mientras sus esposos cuidan a los niños.
Si tu esposo o pareja cuida a los niños en cuarentena, es posible que tengan que hacer cosas que normalmente no harían, como:
- Asegurarse de que todos practiquen una higiene adecuada
- Hacer cumplir el distanciamiento social dentro y alrededor de la casa
- Lavandería, tareas domésticas y desinfección de superficies.
- Hablar sobre las emociones, como el dolor, el miedo, la ira y la confusión.
- Planificar juegos y reuniones remotas
- Mantener las relaciones familiares
- Aprendizaje en casa
Better Life Lab es un programa de vida laboral, igualdad de género y política social que trabaja para abordar estos problemas. La directora Brigid Schulte ha estado hablando con enfermeras que trabajan en la primera línea de la pandemia y sus esposos mientras están en casa con los niños.
Schulte habla sobre cómo la pandemia está obligando a las parejas heterosexuales a cambiar de roles. Muchos hombres finalmente están comprendiendo cuánto hacen sus esposas en la casa. Algunas parejas están en cuarentena juntas en espacios reducidos, por lo que es poco probable que incluso las tareas pequeñas pasen desapercibidas.
Si bien las mujeres tienen más libertad en la actualidad que en décadas pasadas, muchos hogares se aferran a las formas de vida de antaño.
Schulte pide a hombres y mujeres a abordar estos problemas mientras todos nos adaptamos a la nueva normalidad. “Realmente necesitas crear el espacio para tener conversaciones sobre quién hace qué y lo qué es realmente justo y cómo compartirlo. Creo que es muy difícil para las parejas continuar en piloto automático como podrían haberlo hecho antes”.
Schulte también señala que los empleadores a menudo están dispuestos a hacer arreglos para las mujeres que necesitan educar a sus hijos en casa o cuidar a un padre anciano, pero eso no aplica para los hombres. Muchos empleadores esperan que los trabajadores sean tan productivos en casa como lo serían en la oficina, lo que les dificulta contribuir con su parte justa del trabajo doméstico, pero esto no debería excluirlos de las tareas del hogar.
Consejos para compartir responsabilidades en el hogar (o ayudar a tu pareja a adaptarse)
Si estás en cuarentena con tu esposo o tu pareja está sola con los niños por primera vez, toma en cuenta estos consejos:
- Considera tus responsabilidades en lo que se refiere al hogar y tu familia, incluidas las presiones mentales, los factores estresantes diarios y las tareas físicas, y habla sobre ellas con tu pareja. Si te preocupas constantemente por ciertos problemas y cargas, compártelos con tu pareja. El primer paso para compartir la responsabilidad es sacarlas a la luz. Tu compañero no puede compartir la carga si no sabe cómo ayudarte o cómo te afectan estas tareas.
- Comunícate tanto como sea posible. Pon el correo electrónico de tu pareja en los grupos de correo electrónico de la escuela y la comunidad. Incluye a tu pareja en grupos de mensajería familiares y llamadas de Zoom.
- Túrnense para hacer varias tareas domésticas y lidiar con el estrés. Creen un cronograma para hacer que el proceso sea más democrático.
- Millones de personas están trabajando desde casa. Si tu pareja se ha adaptado a un horario virtual, debería poder adaptarse a varias responsabilidades del hogar durante el día. Deben compartir estos beneficios adicionales con su empleador, para que sean más conscientes de cómo su familia está enfrentando la pandemia. Es posible que puedan hacer que algunos de estos arreglos sean permanentes.
- Si constantemente tienes que incomodar a su pareja o si se siente atacado en ciertas situaciones, creen espacios seguros en toda la casa para que todos puedan respirar. Cuando entren en la habitación, nadie puede reprender o pelear. O mejor aún, eviten hablar hasta que se calmen.
La pandemia puede cambiar para siempre nuestra comprensión de la vida en el hogar, ayudándonos a construir una sociedad más equitativa en el futuro. La vida familiar y el cuidado deben ser una parte central de tu carrera y la de tu cónyuge. Comunícate con tu pareja para que ambos entiendan lo que deben hacer.