4. “No me importa cambiar el canal…una vez más.”
Una de las razones más triviales por las que un paciente te llamará una y otra vez es para que cambies el canal de televisión en su habitación. Excepto encontrar un mando a distancia universal, poco más puedes hacer, así que sonríe y aguántate.
5. “Doctor, siento despertarle pero…”
Las enfermeras a menudo actúan de mensajeras entre los pacientes y los médicos. Mantienes a los pacientes y a sus familiares al día sobre su condición e informas al médico de los signos vitales del paciente aunque sea medianoche — y, ¿no te da la sensación de que parece que siempre ocurre a medianoche? En plena crisis, puede depender de ti, la enfermera, tomar una decisión a vida o muerte, y esto incluye saber cuándo debes llamar al médico que lleva el caso — sin importarte que se enfaden. Los médicos son muy susceptibles, ¿verdad?
6. “Esto no te dolerá nada.” O “No sentirás nada.”
Para poner inyecciones a adolescentes nerviosos o para distraer a niños con malestar, sabemos que has dicho esto varias veces para tranquilizar a un paciente que no lo ve claro. Cuando se trata de hospitales y especialmente de hacer frente al dolor, tanto los bebés como los adultos tienen rarezas divertidas. Sin embargo, aunque esta frase sea una mentira piadosa, te compensa por la cantidad de dolor emocional que ayuda a evitar.