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El mensaje está por todas partes: para tener un corazón sano, debemos mantener un peso saludable. Pero, como enfermeras, a veces es más fácil enseñar esto a otros que aplicarnos el mensaje.
Controlar tu peso no significa necesariamente perder peso. Algunas enfermeras ya están en su peso y solo necesitan asegurarse de que siga siendo así. Aquí tienes 10 consejos para ayudarte a controlar tu peso.
1. Júntate con gente que piense como tú.
Únete a un grupo de pérdida de peso ya formado o crea el tuyo propio. Sea cual sea el grupo al que te unas, unirte a gente que piensa como tú puede ayudarte si estás intentando perder peso. Formar un grupo en el trabajo puede parecer una tarea abrumadora, pero tiene sus ventajas, la principal es tener gente a tu alrededor con la que rendir cuentas durante las horas de trabajo.
2. Consigue que el jefe suba a bordo.
Entre trabajar tu turno y el mal tiempo, ir al gimnasio no siempre es una opción atractiva para todo el mundo y mucho menos para enfermeras cansadas. ¿Y si pudieras hacer que tu jefe subiera a bordo y tu lugar de trabajo fuera un entorno más saludable para los empleados? Al fin y al cabo, unos empleados sanos son unos empleados felices. Las iniciativas saludables en el trabajo pueden ir desde reuniones semanales para perder peso hasta crear espacios para hacer ejercicio.
3. Introduce algunos ejercicios para hacer en el trabajo.
Seguramente has leído algunos artículos para empleados administrativos sobre cómo hacer ejercicios en sus mesas. Las enfermeras caminamos bastante pero podemos también buscar un momento durante el día para hacer algunos ejercicios aprovechando nuestro entorno. Un ejemplo es ponerse de puntillas cuando haces historiales de pie. Aprieta los glúteos mientras te pones de puntillas, después relájalos cuando bajas lentamente. Puede que mientras lo haces no te parezca mucho pero si lo haces unos minutos aquí y allí durante todo el turno, cada turno, a largo plazo notarás la diferencia.
4. Lee Your Care Plan: A Nurse’s Guide to Healthy Living.
El libro “Your Care Plan: A Nurse’s Guide to Healthy Living” (Tu plan de cuidados: la guía de la enfermera para vivir saludablemente) fue escrito por una enfermera para enfermeras. ¿Quién mejor para enseñarnos a trabajar y vivir de una manera saludable? El libro repasa algunos de los desafíos a los que se enfrentan las enfermeras en materia de salud y ofrece soluciones.
5. Comparte recetas saludables con otras enfermeras.
La mayoría de nosotras tenemos una o dos recetas favoritas que nos encanta preparar y compartir. ¿Por qué no intercambiar recetas saludables, bajas en grasa o azúcares con otras enfermeras? ¿Quién sabe? A lo mejor acabas encontrando versiones saludables de tus comidas “prohibidas” favoritas. En algunos lugares de trabajo, las enfermeras y otros empleados han acabado haciendo un libro de recetas con sus recetas preferidas. Esta iniciativa no solo sirve para compartir buenas ideas, también es algo que puede hacerse para recoger dinero para una buena causa.
6. Pierde la vergüenza.
Aunque no hay datos estadísticos que lo avalen, podemos decir casi con total seguridad que mucha gente con sobrepeso que quiere ir al gimnasio se siente demasiado cohibida para ir o participar en una clase. Si quieres perder peso es importante que entiendas que este objetivo es personal, es algo que haces para ti. Otros pueden darse cuenta de que estás en el gimnasio o en la clase, pero ellos también están allí por la misma razón. Así que, ¡no tendría demasiado sentido reírse de ti si ellos están en la misma situación! No te avergüences de ir al gimnasio. Tienes que mirar por ti misma y no debería importarte lo que otros puedan pensar de ti, si es que alguien repara en ti.
7. Deshazte del estilo de vida caótico a la hora de comer.
Si eres una persona caótica a la hora de comer (comes sobre la marcha, coges lo primero que pillas), te va a costar más alcanzar y mantener un peso saludable que llevando una alimentación ceñida a unos horarios. Comprueba si eres una comedora caótica y qué puedes hacer al respecto.
8. Deja de pensar que estás haciendo dieta
Hacer dieta tiene una connotación negativa. Cuando haces dieta parece que te estás privando de algo. Así que deja de pensar que estás haciendo dieta. Normalmente para perder peso y mantenerlo debemos hacer una serie de cambios en nuestro estilo de vida. Uno de ellos puede ser perfectamente cocinar platos saludables, en lugar de coger cualquier cosa, subir por las escaleras, en lugar de coger el ascensor, y cosas por el estilo. Son cambios que vamos introduciendo sobre la marcha en nuestras vidas.
9. Sé realista en tus planes de pérdida de peso.
Sabes que necesitas perder peso. Has jurado que perderías peso. ¿Por qué estás entonces tan cerca de fracasar? ¿Puede deberse a que te has propuesto unos objetivos imposibles en primer lugar? No puedes alcanzar un objetivo que es imposible, te sentirás como si hubieras fracasado. Márcate objetivos para perder peso que sean realistas. Calcula, tú o con la ayuda de un experto, la cantidad de peso que necesitas perder saludablemente. Después busca maneras seguras de hacerlo. Es mejor ir despacio que rápida y frenéticamente, te ayudará a alcanzar tus objetivos.
10. Planifica con antelación.
Ya sabes que “estar preparado” para cualquier situación puede ayudarte a superarla con más éxito. Si quieres perder peso eso es lo que tienes que hacer. Necesitas planificar los menús, los planes de ejercicio y qué hacer si la situación o el entorno cambian (vacaciones, invitaciones a cenar, etc.) Planificando con antelación evitarás muchos de los obstáculos que afectan a la gente que intenta perder peso.