5 Cosas que probablemente has olvidado desinfectar

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Aun siendo tan higiénicas como somos las enfermeras, seguimos pensando que es muy probable que algunas de vosotras repaséis esta lista de sitios llenos de gérmenes y penséis, “Me parece que ya hace algún tiempo…”

Pero, considera esta lista como un amable recordatorio de que nadie es perfecto.

1. Tu móvil

Para las enfermeras lavarse las manos es casi tan importante como respirar. Dicho esto, necesitas reservar un poquito de este amor por el desinfectante para tu móvil, especialmente porque es probable que se pase tanto tiempo como tú en el hospital.

¿Por qué no incluirlo en tu rutina diaria? Pasar un paño de microfibra húmedo por la superficie del teléfono es suficiente para eliminar muchas bacterias comunes. ¿Lo más práctico? Las toallitas especiales, son baratas y no corrosivas y contienen ingredientes antibacterianos.

2. Tu tarjeta de identificación

Desde el principio al final del día, tu tarjeta de identificación va contigo (a pesar de toses, estornudos y abrazos). Aunque es pequeña, puede ser feroz, así que acuérdate de pasar una toallita desinfectante sobre tu tarjeta cuando tengas un momento.

3. El volante de tu coche

Piénsalo: si dependes de un coche para desplazarte, entonces tu volante es una de las primeras superficies que recorres con tus manos una vez sales del hospital… una vez detrás de otra. Y aunque tus manos pueden estar libres de gérmenes, porque eres una de las personas que más a conciencia se frota en este país, seguimos siendo partidarios de que vale más prevenir que lamentar.

Además, seguramente ya estás acumulando toallitas desinfectantes en tu coche, ¿por qué no utilizarlas para frotar con ellas el volante una o dos veces por semana?

4. Tus interruptores de la luz/pomos de las puertas

Estas son superficies con mucho tráfico, con las que entras en contacto antes de darte esa sagrada ducha de 20 minutos después de tu turno. Estas son también las superficies que más compartes con amigos y familiares.

Y como solo necesitas un espray desinfectante, una toallita húmeda y una pasada rápida para evitar que las bacterias se extiendan por toda tu casa, podemos decir que es un buen intercambio.

5. El fregadero de la cocina

Sabemos que sois hombres y mujeres excepcionalmente ocupados, pero las enfermeras también tienen que comer. Por lo que es posible que los platos y/o restos de tus aventuras culinarias se queden más tiempo del previsto en el fregadero de tu cocina.

¿Las malas (y ligeramente repugnantes) noticias? Hay estudios que demuestran que el fregadero de tu cocina puede contener más bacterias que el baño de una casa o el cubo de la basura. Por eso, si tu estado de ánimo después de trabajar es del tipo “ya lo haré mañana por la mañana”, entonces deberías desinfectar el fregadero de tu cocina regularmente. Y por regularmente nos referimos a dos veces a la semana. Pero no te agobies porque es fácil, simplemente echa un chorro de una botella que contenga un tapón de lejía mezclada con un litro de agua.

Enfermeras, ¿nos hemos dejado algo? ¡Échanos una superhigiénica mano con tus consejos en la sección de los comentarios!

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