Martin Chitwood:

En enfermería, nuestro trabajo es cuidar y sanar a nuestros pacientes de todas las formas que podamos. Como profesionales de la salud y cuidadores de nuestros pacientes, el abuso es algo difícil de imaginar.

Si estás tratando a un paciente que muestra signos de haber sido abusado por un padre, un familiar, una pareja doméstica o un trabajador en un centro de atención a largo plazo, informarlo no solo es ético: también tienes una obligación legal. El abuso puede ser físico, verbal o psicológico.

Esto es lo que necesitas saber sobre las señales de abuso y lo que debes hacer para reportarlo.

El Abuso Toma Muchas Formas

Cuando las personas piensan en el abuso, a menudo piensan en el abuso físico. Sin embargo, el abuso puede tomar muchas formas, todas estas son devastadoras psicológicamente para las víctimas. Estos son algunos de los tipos más comunes de abuso y las señales de que este abuso está ocurriendo. Mientras que los niños y los ancianos corren un mayor riesgo de ser abusados por quienes los rodean, los adultos también pueden ser víctimas de abuso doméstico.

Abuso Físico

El abuso físico se define como el uso de la fuerza física de una forma que causa dolor o alguna lesión. Atacar, golpear, apretar, empujar, abofetear o sacudir a alguien puede calificar como abuso físico. Aspectos como el uso inapropiado de drogas, la alimentación forzada o incluso la conducción imprudente también pueden ser formas de abuso físico.

Algunas de las señales de que alguien puede ser víctima de abuso físico incluyen:

Moretones, ojos morados, hematomas o laceraciones
Fracturas óseas o craneales
Esguinces y dislocaciones
Lesiones internas o sangrado
Anteojos rotos
Señales de haber sido retenido
Mordeduras humanas
Cabello halado o puntos calvos
Trauma en la cabeza
Quemaduras de cigarrillos
Hallazgos de laboratorio de sobredosis de medicamentos o uso insuficiente de medicamentos recetados

Junto a los signos físicos de abuso, también hay indicadores de comportamiento:

Cambios repentinos en el comportamiento o la conducta, como el aislamiento, la agresión o la depresión
Temor fuera de lugar o excesivo hacia un padre o cuidador
Comportamiento antisocial, como abuso de drogas, deserción escolar o huir
Mentiras excesivas
Timidez inusual o recelo ante el contacto físico
Comunicar haber sido golpeado o maltratado

Abuso Sexual

El abuso sexual es cualquier tipo de actividad sexual forzada o no consensual. Los indicadores físicos de abuso sexual, particularmente en menores, incluyen:

Ropa interior rasgada, manchada o ensangrentada
Dolores de garganta, infecciones por hongos o infecciones del tracto urinario inexplicables y frecuentes
Síntomas somáticos, como irritación de los genitales
Enfermedades de transmisión sexual
Moretones o sangrado en los genitales o la región anal
Embarazo

Al igual que con el abuso físico, también hay indicadores de comportamiento, algunos de los cuales son discretos.

Comportamientos regresivos en los niños, como mojar la cama o chuparse el dedo
Promiscuidad inapropiada o conductas seductoras
Patrones de sueño perturbados
Interés inusual o inadecuado para la edad por el sexo y la sexualidad
Evitar desvestirse
Disminución en el rendimiento escolar
Dificultad para sentarse o caminar

Abuso emocional

El abuso emocional puede ser sutil, y difícil de reconocer e identificar para los profesionales médicos. Es la imposición de angustia, dolor, o ansiedad a través de agresiones verbales, amenazas, intimidación y otros medios no físicos. Puede tener efectos duraderos en la autoestima y la salud mental de una persona.

Aquí tienes algunos indicadores físicos que pueden señalar el abuso emocional, a pesar de su naturaleza principalmente no física:

Trastornos de la alimentación, incluyendo la obesidad, la anorexia o la bulimia
Trastornos del habla, como tartamudeo o balbuceo
Demoras en el desarrollo del habla o habilidades motoras
Peso o altura esencialmente por debajo de lo normal
Trastornos nerviosos de naturaleza somática, como ronchas, tics o dolores de estómago

Los indicadores de comportamiento incluyen:

Trastornos del hábito, como mecerse o golpearse la cabeza
Comportamiento cruel, como el disfrute de lastimar a personas o animales
Malestar o agitación emocional
Comportamiento aislado

Negligencia

La negligencia también es una forma de abuso, especialmente cuando los niños o los ancianos son las víctimas. Desafortunadamente, la negligencia hacia los ancianos es terriblemente común en los asilos. Algunos de los signos físicos de negligencia constante en un niño o anciano incluyen:

Higiene deficiente
Entrecerrar los ojos
Ropa no apta
Una enfermedad o lesión sin tratar
Falta de vacunas o medicamentos necesarios
Señales de exposición prolongada a los elementos, como quemaduras solares o picaduras de insectos
Desnutrición
Deshidratación
Condiciones de vida peligrosas o inseguras, como no tener suministro de agua o calefacción
Condiciones de vida insalubres

Algunos de los indicadores de comportamiento de ser víctima de negligencia incluyen:

Comportamientos impropios de la edad en los niños, como orinarse en la cama o ensuciarse
Comportamiento aislado

Abuso Financiero

El abuso financiero es una forma de abuso que a menudo se realiza contra pacientes geriátricos. Es probablemente la forma menos conocida de abuso, pero es espantosamente común, y es algo que tú, como enfermera, puedes informar a las autoridades correspondientes.

Las señales de posible abuso financiero incluyen:

Cambios repentinos en la cuenta bancaria o movimientos bancarios de una persona, como un retiro inexplicado de una gran suma
Inclusión de nombres adicionales en una tarjeta bancaria
Retiro no autorizado de fondos utilizando la tarjeta de cajero automático de la persona
Cambios repentinos en un testamento, directivas anticipadas u otros documentos
Cuidado deficiente o cuentas sin pagar, a pesar de la disponibilidad de finanzas adecuadas
Una transferencia repentina e inexplicable de activos a alguien
La persona comunica una explotación financiera

Tus Obligaciones Legales

Si tienes evidencia de que un paciente es víctima de abuso, debes denunciarlo. Si bien las leyes estatales varían, es muy probable que tengas la obligación legal de hacerlo.

Si se está abusando de un niño, debes comunicarte con los Servicios de Protección Infantil locales. Si una persona entre 18 y 22 años tiene una discapacidad mental, todavía se le considera un niño, por lo que ponerte en contacto con los Servicios de Protección Infantil sigue siendo apropiado.

Si sospechas de abuso a un anciano, puede haber leyes específicas en tu estado. En New Hampshire, en Estados Unidos, por ejemplo, el abuso de personas mayores está cubierto por la Ley de Protección de Adultos. Si tienes motivos para creer que un paciente geriátrico está siendo objeto de abuso o negligencia, debes comunicarse con la Oficina de Servicios para Ancianos y Adultos.

Si no tienes seguridad dónde denunciar abusos a personas mayores, busca reglamentos y agencias específicas en tu lugar de residencia. Existen diversas regulaciones que rigen la denuncia del abuso hacia una persona discapacitada.

Si sospechas de violencia doméstica, las lesiones graves como quemaduras o heridas de bala deben ser informadas a la policía. Un plan de seguridad debe ser discutido con el paciente y debe realizarse un informe.

Ayudando a Pacientes que Pueden Ser Víctimas de Abuso

Si bien las leyes y regulaciones específicas varían en cada país, en casi todos los países se les solicita a las enfermeras, médicos y otros profesionales de la salud que denuncien sospechas de abuso. No solo es ético, sino que también puede ser un requisito legal. No dudes en notificar a las autoridades competentes si sospechas que uno de tus pacientes ha sido víctima de abuso.