Si eres enfermera, has estado a punto de serlo, lo has sido durante mucho tiempo o hace 48 minutos que has empezado tu primer turno, ¡puedes identificarte con esto!
Levantarte.

 

Ir a trabajar.

 

Ver que hoy trabajas con tu enfermera favorita.

 

Comprobar tus tareas.

 

Después de la séptima interrupción durante tu primera evaluación.

 

No poder abrir un medicamento.

 

Cuando el primer médico hace su ronda y actúa como si fueras incompetente cuando no sabes de memoria una información extraña, esquiva a la familia que quiere hablar con él o hace la ronda y se va sin hablar contigo.

 

Anotas tu valoración en el paciente equivocado.

 

Tu paciente decide empeorar justo cuando todos necesitan ir al baño y/o necesitan analgésicos AHORA.

 

Cuando finalmente (a las 1400) estás comiendo y alguien entra para decirte algo sobre un paciente.

No me importa

Poner al corriente por teléfono al cuarto familiar porque al parecer entre ellos no se hablan.

 

Cuando te informan de la admisión de un desastre total y se lo cuentas a tus compañeros.

Está a punto de venirse abajo

Nueve horas de turno.

Todo duele y me estoy muriendo.

Cuando ves llegar al turno de noche.

 

Después de pasar informe.

 

Cuando llegas a casa.

Tengo tanta hambre que podría comerme un elefante entero.