Muchos de nosotros disfrutamos de una beber una cerveza o una copa de vino de vez en cuando o tomamos algunas con nuestros amigos después del trabajo. Beber es tan común que, según la Encuesta nacional de Estados Unidos del año 2015 de personas con 18 años o más sobre el Uso de Drogas y Salud (Drug Use and Health, NSDUH por sus siglas):
- 4% informaron que bebieron alcohol al menos una vez en su vida,
- 1% informaron que bebieron durante el último año,
- 0% informaron que bebieron durante el último mes,
- Y el 6.2% señalaron tener un trastornos por consumo de alcohol.
Pocos entendemos todo el impacto de los efectos del alcohol en el cuerpo. Probablemente conozcas algunos, pero otros pueden sorprenderte. La próxima vez que disfrutes de una bebida, recuerda todas las formas en que el alcohol puede afectar tu salud y estilo de vida:
Efectos en el Cerebro
Cuando bebes, uno de los primeros cambios que ocurren tiene lugar en el cerebro.
- Problemas con la coordinación
Caminar, conducir o simplemente dar un paseo puede ser un desafío cuando consumes alcohol. Beber afecta tu cerebelo, lo que puede alterar tu sentido de movimiento y centro de equilibrio.
- Dificultad para comunicarse
Puede que tengas dificultades para pensar con claridad, resolver problemas, hablar o mantener una conversación cuando consumes alcohol. El alcohol deprime los centros inhibitorios del comportamiento en la corteza cerebral, lo que ralentiza tu capacidad de procesar información a través de los ojos, oídos, nariz y boca mientras retrasa los procesos de pensamiento. Esto puede poner a prueba tu capacidad para hacer las cosas. No es de extrañar que el consumo excesivo de alcohol le haya costado a la economía estadounidense 249 mil millones de dólares en 2010.
- Cambios en el estado de ánimo o el comportamiento.
El alcohol también afecta nuestra salud mental. Puede aliviar los sentimientos de ansiedad y depresión momentáneamente, razón por la cual algunas personas usan el alcohol como una forma de lidiar con una enfermedad mental. Sin embargo, a largo plazo, el alcohol puede empeorar los problemas de salud mental y es considerado un factor que contribuye a la depresión y otros problemas relacionados a la salud mental.
En un nivel más social, beber reduce la inhibición. El alcohol deprime el sistema nervioso central, lo que puede hacer que tu estado de ánimo varíe. Puede aletargar tus emociones, motivo por el que algunas personas usan el alcohol como una manera de evitar los problemas dolorosos o difíciles en sus vidas. El alcohol aumenta los efectos del ácido gamma-aminobutírico, un neurotransmisor inhibitorio que reduce la energía y ralentiza todo. El consumo de alcohol también disminuye los niveles de serotonina en el cerebro, lo que puede provocar sentimientos de depresión y ansiedad.
Pero al mismo tiempo, el alcohol puede actuar como estimulante. Aumenta la liberación de dopamina en tu cerebro, lo que puede provocar sentimientos de placer o emoción. Puedes continuar bebiendo para ampliar la liberación de dopamina, pero los otros efectos del alcohol seguirán funcionando, lo que aumentará la sensación de depresión.
El alcohol también puede revelar o incrementar emociones que no sabías que tenías. Puede despertar recuerdos y traumas pasados, que pueden cambiar tu estado de ánimo o comportamiento.
Beber también afecta la médula, la cual regula las funciones automáticas como la respiración, la conciencia y la temperatura corporal. El alcohol puede bajar la temperatura de tu cuerpo, reducir la conciencia y disminuir tu respiración, razón por la cual puedes sentirte somnoliento o cansado cuando consumes alcohol.
Si no te sientes como tú mismo, el alcohol puede ser la causa principal.
Efectos en el Corazón
Beber demasiado o durante un período prolongado puede provocar daños en el corazón y el sistema cardiovascular. El consumo regular aumenta el riesgo de miocardiopatía, o el estiramiento y caída del músculo cardíaco, accidentes cerebrovasculares, arritmias o latidos cardíacos irregulares, así como de presión arterial alta. Estos riesgos aumentan radicalmente si ingieres alcohol y usas productos de tabaco.
Efectos en el Hígado
El alcohol se filtra a través del hígado, lo que puede derivar en una serie de complicaciones de salud, que incluyen esteatosis o hígado graso, hepatitis alcohólica, fibrosis y cirrosis. Si bebes regularmente, asegúrate de que tu proveedor de atención médica vigile tu hígado.
Efectos en el Páncreas
Cuando el alcohol ingresa a tu sistema, tu páncreas produce sustancias tóxicas que pueden causar pancreatitis o inflamación del páncreas e hinchazón de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar problemas de digestión.
Efectos en el Estomago
Hablando de digestión, el consumo de alcohol puede provocar hinchazón, gases e incluso úlceras estomacales, que no es exactamente la mejor forma de pasar una noche en la ciudad.
Efectos en el sistema Reproductivo
El alcohol también puede afectar tu capacidad de tener relaciones sexuales y el sistema reproductivo en general. En los hombres, el alcohol puede disminuir la testosterona, reducir la excitación sexual y el placer, y provocar disfunción eréctil. Puede afectar la producción y la movilidad de los espermatozoides, lo que dificulta la concepción.
En las mujeres, el alcohol puede alterar el ciclo menstrual o incluso provocar una afección conocida como amenorrea o ausencia del período menstrual. También puede reducir la fertilidad, afectar el rendimiento sexual, el deseo y el placer, y reducir la lubricación vaginal.
Tanto en hombres como en mujeres, el alcohol puede provocar comportamientos sexuales riesgosos que pueden causar ETS o diversas formas de cáncer que afectan el sistema reproductivo.
Efectos en el Sistema Inmunológico
Beber demasiado también puede dañar el sistema inmunológico de tu cuerpo, lo que aumenta tus posibilidades de contraer ciertos virus y enfermedades como la gripe, la neumonía y la tuberculosis. Si te enfermas, tu cuerpo puede necesitar más tiempo para combatir la infección que sin alcohol.
Aumentando tu Riesgo de Cáncer
Ingerir alcohol regularmente o beber en exceso aumenta el riesgo de varias formas de cáncer, incluyendo los cánceres de garganta, boca, labios, laringe y esófago. También puede provocar cáncer de mama, cáncer de hígado y cáncer color rectal.
Tomar un descanso del alcohol, incluso un breve descanso, puede mejorar drásticamente tu salud. Tendrás más energía, perderás peso, pensarás de forma más clara y te sentirás mejor con tu cuerpo. Si vas a beber, disfruta el alcohol moderadamente para reducir sus efectos en tu cuerpo, y no olvides recordarles a tus pacientes y colegas los efectos del alcohol. ¡Diviértete y cuídate!