El otro día descubrí una lista en Internet de “Problemas del Primer Mundo” y pensé, “¿Cuáles son los mayores ‘Problemas del Primer Mundo’ que solo afectan a las enfermeras?” De alguna manera, mi lista se transformó en una serie de desordenadas meteduras de pata que podían haberme pasado a mí. Échate unas risas… ¿te ha pasado algo similar?
¡12 problemas que solo tienen las enfermeras!
1. ¿Soy la única que no es capaz de abrir un blíster de píldoras?
- ¿A prueba de niños? ¡Necesito entrenamiento especial para abrir esas cosas!
2. ¿Por qué los pacientes que no pueden tragar son los que tienen más medicamentos postoperatorios (píldoras)?
- Una píldora para contrarrestar el efecto de la píldora nº 1 y otra píldora para prevenir los efectos secundarios de la píldora nº 2… ¿en serio? Toma. Una. Píldora. Cada. Vez.
3. ¿Por qué se coloca a los pacientes más grandes en las habitaciones más pequeñas?
- ¿Sabes decir lata de sardinas? Estos pacientes normalmente entran con algún código o necesitan algún tipo de procedimiento ¡que requiere que todo el mundo y su madre estén en la habitación al mismo tiempo!
4. ¿Funciona algún control remoto en las habitaciones de los pacientes?
- Si no arreglo y reprogramo el control remoto, el paciente estará llamando al timbre cada cinco minutos para saber donde está mantenimiento para solucionar esta emergencia tan importante.
5. ¿Por qué solo se puede graduar la temperatura de la habitación con dos programas: tundra helada o sauna caliente?
- Una de dos, o estoy sudando a cubos o puedo ver mi aliento en el aire.
6. ¿Por qué tu paciente tiene una evacuación de las que ensucian las sábanas justo después de cambiar completamente todas las sábanas de la cama?
- ¡¿En serio?! ¿Qué he hecho mal?
7. ¿Por qué suena la alarma de aire de la bomba de IV … ¡¿Cuándo no puedo ver ni una a la vista?!
- Te aseguro que la bomba de IV me la está jugando
8. ¿Alguien se ha dado cuenta de que las alarmas más importantes son por lo menos perceptibles?
- El sonido de una sirena para las “derivaciones de las extremidades desconectadas”, pero la alarma del “TV” suena como un grillo.
9. Solo me pasa a mi o ¿cuándo mandan a otras enfermeras a trabajar contigo, parece que la unidad está tan tranquila que da la sensación de que os pasáis el rato sentadas en la estación de enfermeras?
- Os juro que el karma tiene algunas veces un sentido del humor un tanto enfermizo.
10. ¿Soy la única que prepara una infusión secundaria, programa la bomba y se marcha, para después darse cuenta, cuando la alarma de la bomba avisa “infusión completa”, de que ha olvidado quitar el seguro del catéter?
- Seguro, dispongo de tiempo suficiente para volverlo a repetir todo.
11. ¿Alguna vez habéis llenado una probeta con orina para después daros cuenta, a medio camino del baño, de que la probeta está rota y gotea? No, yo tampoco.
- Os juro que a veces busco donde está la cámara oculta.
12. ¿Alguna vez habéis pinchado una bolsa de fluidos IV (o sangre) y habéis perforado la bolsa? No, yo tampoco.
- ¡¡¿¿En serio??!!
¡No me estoy inventando todo esto! Y solo unas pocas enfermeras pueden identificarse con algunas de estas “pifias” que no son para nada trágicas, pero que tienen la costumbre de aparecer cuando menos las necesitas.
Como siempre, no te tomes mi lista demasiado en serio. Échate unas risas (¡con alguien o tu sola!), ¡a veces es la única manera de superar los momentos difíciles!