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Durante décadas, personas preocupadas por el bienestar del ser humano se han involucrado cada vez más en el debate sobre el uso de las vacunas. En muchas partes del mundo hay leyes específicas de inmunización escolar que requieren diferentes vacunas para la inscripción en guarderías y programas educativos.
No Vacunar A Los Niños Es Más Peligroso Que Los Riesgos De La Vacunación
Las vacunas previenen las enfermedades ayudando al cuerpo a desarrollar inmunidad a enfermedades específicas. Una cepa que imita a una enfermedad específica se introduce en el cuerpo de forma natural, provocando que el sistema inmunológico se fortalezca luchando contra la infección. Sin embargo, algunos padres sienten que las vacunas son peligrosas para sus hijos y no se sienten cómodos con la idea de que se requiera legalmente. Immuniteforgood.com recuerda a los padres preocupados de que los aspectos positivos de la vacunación superan a los negativos. Aunque la vacunación pueda parecer un riesgo, no vacunar a los niños es mucho más peligroso.
Lugares donde se reúnen muchos niños, como las escuelas, son conocidos por ser sitios de cría de bacterias y virus que colocan a los niños en alto riesgo de contraer enfermedades contagiosas. Se promulgan leyes de inmunización para proteger la salud del público al prevenir la propagación de epidemias. Cada año, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades distribuyen un calendario de vacunación para inmunizaciones recomendadas en cada estado, y así mantenerlos actualizados sobre las enfermedades contagiosas más recientes. En general, las vacunas reducen la propagación de enfermedades contagiosas mediante el aumento de la inmunidad en zonas muy pobladas. Los niños son los receptores primarios de las inmunizaciones porque son más susceptibles a las enfermedades contagiosas debido a que todavía no han desarrollado completamente su sistema inmune.
El Derecho A Tener Control Sobre El Cuerpo, Versus El Derecho A Una Educación
Diferentes opiniones filosóficas sobre los derechos personales han sido la fuente de desacuerdo sobre el tema de la vacunación infantil obligatoria. No todos los padres están de acuerdo con dar al gobierno el control final sobre el cuerpo de su hijo. Algunos quieren que su hijo reciba una educación sin tener que vacunarse de antemano. En varios estados de EE.UU se han promulgado leyes de vacunación estrictas con respecto a la vacunación obligatoria de los niños y la asistencia a la escuela. Sin embargo, hay ciertas situaciones que algunos padres aprovechan para que sus hijos estén exentos a la vacunación.
¿Qué Califica Como Una Exención?
Si los padres afirman que la vacunación de su hijo va a entrar en conflicto por razones médicas, opiniones religiosas u opiniones filosóficas, el niño puede ser eximido de la inmunización dependiendo del estado de residencia. Con una exención aprobada, la mayoría de los estados permiten que un niño asista a guarderías y programas educativos. Si hay un brote repentino de la enfermedad que se puede prevenir con eficacia a través de la vacunación, un niño no vacunado será excluido de asistir a la escuela.
Veinte estados de los Estados Unidos aceptan razones filosóficas para la exención de inmunizaciones. Las razones religiosas no califican como una exención de la inmunización en los estados de Mississippi y Virginia Occidental. No existen sanciones legales por no vacunar a los niños, pero a un niño no vacunado presentará un mayor riesgo de contraer una enfermedad contagiosa.
Vacunación: ¿Quién Debe Decidir?
No hay duda de que el deseo más importante de un padre es proteger a su hijo. Elegir no vacunar a los niños es una opción que algunos padres hacen por temor a exponer a su hijo a enfermedades peligrosas y posibles efectos secundarios. Lo que los padres deben recordar es que no vacunar pone a sus hijos en un mayor riesgo. Las vacunas médicas existen con el único propósito de preservar la salud y la seguridad de las personas, protegiéndolas de enfermedades dañinas y a veces mortales. El tema en cuestión no se trata de quién debe tener el poder de decidir si vacunar a los niños o no. Lo más importante es que se haga la elección correcta para proteger la salud de los niños.
