Incluso cuando llevamos varios meses de pandemia, todavía hay mucho que no sabemos sobre el nuevo coronavirus, sobre todo cuando se trata de la idea de inmunidad. Los científicos todavía están tratando de determinar si los pacientes que se han recuperado del virus son inmunes a la reinfección y, de ser así, ¿por cuánto tiempo?
Hasta ahora, solo se ha confirmado que cuatro personas se han infectado con el virus dos veces, la última de ellas un hombre joven en Nevada, lo que marca el primer caso de reinfección en los Estados Unidos. A penas la semana pasada, Hong Kong informó el primer caso, seguido por dos más en Europa. Este sigue siendo un fenómeno extremadamente raro, pero podría ayudar a responder algunas preguntas inminentes, como:
- ¿Por cuánto tiempo será efectiva la eventual vacuna?
- ¿Con qué frecuencia deberá vacunarse la población?
- ¿Alcanzaremos alguna vez la inmunidad colectiva?
Esto es lo que sabemos hasta ahora:
¿Hay esperanza de inmunidad?
El primer caso confirmado de reinfección se produjo en Hong Kong, cuando los investigadores descubrieron que un hombre de 33 años había sido infectado con dos cepas genéticamente diferentes del virus con meses de diferencia. Esto demuestra que no sufrió una cepa de infección persistente, sino que estuvo expuesto en dos ocasiones distintas. También habla de la capacidad del virus para evolucionar; sin embargo, los científicos ven esto como una señal positiva.
Cuando el hombre se infectó por primera vez, tenía síntomas leves y se recuperó unos días después. Luego dio negativo dos veces para COVID-19. Más tarde volvió a dar positivo tras llegar a un aeropuerto de España, pero esta vez no presentó ningún síntoma.
Akiko Iwasaki, profesora de inmunobiología y biología molecular, celular y del desarrollo en la Facultad de Medicina de Yale, comentó: “Esto no es motivo de alarma, es un ejemplo de libro de texto de cómo debería funcionar la inmunidad. Si bien la inmunidad no fue suficiente para bloquear la reinfección, protegió a la persona de la enfermedad”.
Lo mismo ocurrió con los dos pacientes en Europa. En ambos casos, estas personas se infectaron con una forma más leve de COVID-19, lo que puede haberlas protegido de complicaciones graves.
Narrativas competitivas
Sin embargo, un hombre de 25 años de Nevada no tuvo tanta suerte.
Este paciente sufrió síntomas más graves después de haber sido infectado con una cepa del virus genéticamente diferente. El estudio, que se publicó recientemente en Social Science Research Network, aún no ha sido revisado por otros profesionales, pero el informe completo fue enviado a la revista The Lancet Infectious Diseases.
El joven presentó los síntomas de COVID-19 por primera vez a mediados de abril, que incluían náuseas, diarrea, dolor de cabeza, dolor de garganta y tos, pero pudo recuperarse en diez días. Más tarde dio negativo en dos ocasiones al virus.
Varias semanas después, presentó fiebre y volvió a sufrir dolor de cabeza, mareos, tos, náuseas y diarrea. Tuvo problemas para respirar y pronto fue hospitalizado, recibiendo oxígeno. Luego dio positivo a una nueva cepa del virus.
Los investigadores interpretan esto como un límite a la inmunidad protectora. El primer caso de infección no pudo proteger al hombre de una enfermedad grave; sin embargo, el virus no se transformó más allá del reconocimiento. Los científicos dicen que es natural que el virus evolucione con el tiempo.
Sin embargo, piden precaución, ya que los datos siguen siendo limitados. Como escribieron los autores del estudio, “Esto puede representar un evento raro. Es fundamental señalar que la frecuencia de tal fenómeno no está definida por un estudio de caso particular”.
Sostienen que los pacientes que dan positivo a menudo tienen secuencias variables de genes del coronavirus, por lo que es difícil decir cómo podría evolucionar el virus o si otras personas que se han recuperado del virus pueden encontrarse en una situación similar.
Los autores agregaron: “Después de que recuperarse del COVID-19, todavía no sabemos cuánta inmunidad se acumula, cuánto tiempo puede durar o qué tan bien los anticuerpos juegan un papel en la protección contra una reinfección”.
Si los pacientes alrededor del mundo experimentan síntomas más leves la segunda vez, es posible que se pueda lograr una inmunidad protectora después de todo, evitando así futuros brotes. Sin embargo, si los pacientes recuperados son aún más susceptibles a infecciones y enfermedades, es posible que las futuras vacunas solo sean parcialmente efectivas y es probable que la población deba vacunarse regularmente.
El coronavirus puede evolucionar con el tiempo, pero no hay razón para entrar en pánico. Los científicos están siguiendo de cerca los informes de reinfección y compartiendo sus datos con el resto de la comunidad médica, para que podamos asegurarnos de que la eventual vacuna sea lo más efectiva posible.