Ha llegado el momento de hablar de ese héroe ignorado de nuestra profesión: las toallitas de alcohol. Aunque no están impregnadas de lágrimas de unicornio, tal y como se creía anteriormente, estas pequeñas toallitas son con toda seguridad un regalo de seres superiores. Por eso vamos a dedicar unos momentos para mostrarles el aprecio que se merecen.
Aquí tienes algunas razones por las que las toallitas de alcohol son las mejores amigas de las enfermeras:
1. Durante todo el día ves cosas repugnantes. Y junto a esas cosas repugnantes están los gérmenes. Los gérmenes no son compatibles con una enfermera feliz. Lleva unas cuantas toallitas de alcohol en el bolsillo para esos momentos en los que no te puedes resistir a limpiar algo.
2. Busca un momento y piensa en todos los gérmenes que probablemente hay en los teléfonos móviles ahora mismo. Afortunadamente eres una enfermera y tienes muchísimas toallitas con alcohol. Coge una y limpia tu teléfono inmediatamente. Te sugeríamos limpiarlo al principio del turno y otra vez cuando el turno termina. Tu piel te lo agradecerá.
3. ¿Cuántas veces has necesitado apuntar algo y no has tenido papel a mano? En estas ocasiones es bueno recordar que la piel puede hacer las funciones de libreta. Pero hay ocasiones en las que no quieres que tu piel parezca el muro de una cueva prehistórica llena de jeroglíficos. Las toallitas de alcohol son para tu piel como el botón “borrar”.
4. También actúan como el botón “borrar” de tu uniforme. Las enfermeras tienen que lidiar con mucha sangre. Esto no quiere decir que tengas que ir con manchas de sangre en tu uniforme. Es momento para las toallitas de alcohol. Si durante tu turno te cae una gota de sangre en el uniforme, pasa una toallita y la mancha desaparecerá. ¡Mágico!
5. No hay una explicación, por lo que sabemos, de por qué esto funciona pero si alguna vez tienes un paciente que experimenta náuseas, cosa que nunca pasa ¿verdad?, ¡las toallitas de alcohol son la solución! Agita una bajo la nariz del paciente y comprueba con asombro como las náuseas desaparecen.
6. ¿Has tenido que quitarle la etiqueta a un envase y te ha molestado que quedaran residuos pegajosos? La próxima vez utiliza una toallita de alcohol para acabar con los restos. Perfeccionistas, ¡alegraros!
7. Cualquier persona que lleva gafas sabe lo mucho que incordian las manchas en los cristales. Pues bien, ¡esto se ha acabado! Las toallitas de alcohol son esenciales para la gente con problemas de visión y te permitirán verlo todo claro el resto del turno.
8. ¿Alguna vez has tenido una de esas mañanas en las que sales de casa, vas conduciendo hacia el trabajo y te das cuenta de que no te has puesto desodorante? Pásate una toallita con alcohol por debajo de las axilas y podrás acabar tu turno sin problemas. Nota: no te recomendamos esto si te has afeitado recientemente, a no ser que disfrutes con el dolor.
9. No hay nada que arruine más un turno como el picor de la picadura de un mosquito que te picó durante la acampada del fin de semana. Como rascarse delante de los pacientes y de tus compañeros no es una buena opción, intenta pasar una toallita de alcohol por encima de la picadura para secar la zona y reducir el picor.
10. ¿Está prohibido el esmalte de uñas en tu lugar de trabajo? Si te has olvidado de quitártelo antes de que empiece tu turno, una toallita de alcohol es un eliminador de esmalte de uñas superrápido.
Podríamos listar docenas de razones por las que las toallitas de alcohol son una de las mejores invenciones jamás hechas. En lugar de ello, preferimos que tú hagas tu aportación. ¿Cómo utilizas las toallitas de alcohol para hacer que tu trabajo (y vida) sean más fáciles?