Las enfermeras principiantes van por la planta corriendo y aterrorizadas, a menudo preguntándose por qué sienten que no saben NADA al salir de la escuela. La realidad es que las enfermeras licenciadas no lo saben todo. Vaya decepción para ellas, ¿verdad?
Hace 3 años y medio que salí de la escuela de enfermería y me llama la atención que la escuela solo me ha preparado mínimamente para este trabajo y creo que no hay NINGUNA escuela que podría haberme preparado para esto. Por eso, aquí tienes MIS 10 cosas que no me enseñaron en la escuela de enfermería:
1. Cómo la enfermería va a cambiarte. Mis instructores fracasaron a la hora de transmitirme que convertirme en enfermera me cambiaría en todos los aspectos: enfermería no es solo un trabajo, se convierte en parte de tu personalidad. Esto es muy difícil de explicar a los estudiantes. Tienes que vivirlo.
2. Cómo presentar buenos informes. Hay cosas básicas como informar. No, no aprendí como hacer un buen informe porque simplemente “jugaba a SBAR” con mis instructores y las enfermeras con las que trabajaba en planta. Aprendí cómo dar/recibir informes, utilizar el “cerebro” y comunicarme de manera efectiva con los médicos y otros miembros del equipo cuando ya era una enfermera licenciada. No fue fácil y me daba mucha pena presentar informes cutres.
3. La verdad sobre ‘las enfermeras se los comen con patatas’. La escuela de enfermería me hizo ser cautelosa con las enfermeras más experimentadas y me enseñó que ‘las enfermeras se los comen con patatas’. No estaba preparada para la realidad: las enfermeras no tienen tiempo para comerte con patatas. Tenemos tiempo para el trabajo en equipo, excelente atención de los pacientes y para hacer muchísimo registros médicos. Si otras enfermeras no pueden seguir el ritmo, bueno, el barco zarpa sin ellas.
4. Gestión del tiempo. Registrar eficiente, rápida y detalladamente y aún así ser capaz de salir al finalizar el turno no es algo que aprendiera en la escuela de enfermería. Eso vino después aprendiendo a gestionar mi tiempo—otra habilidad difícil de aprender y que solo se aprende con el tiempo.
5. Multitarea y priorización. Dos cosas que las enfermeras aprenden una vez están FUERA de clase. La multitarea es fácil cuando tienes uno o dos pacientes clínicos. Priorizar es realmente crítico cuando eres una enfermera diplomada con 6 pacientes que empeoran a la vez.
6. Maneras saludables de controlar el estrés. Me entregué al comer emocional durante mi estancia en la escuela de enfermería para lidiar con el estrés porque, sinceramente, nos estaban eliminando y la presión era enorme. Comerse una bolsa de Doritos aplaca el estrés mucho más rápido que ir al gimnasio, ¡vale! ¡Lo admito! Pero las enfermeras no pueden vivir así una vez se gradúan. Las enfermeras licenciadas aprenden a controlar el estrés de una manera más saludable o acaban enfermas, ganando peso, agotadas o peor.
7. Cómo lidiar con la muerte. ¿Puedes realmente prepararte para eso? No, y necesitas mucho tiempo para aprender a lidiar con la muerte de una manera saludable y profesional. No es posible enseñar esto en dos años de clínico.
8. Cómo lidiar con los sentimientos. La adrenalina es una locura. No hay nada como ser una enfermera novata y tener que actuar bajo presión en situaciones serias con la adrenalina circulando por tus venas. En la escuela de enfermería, nuestras manos temblaban, nos reíamos de ello, cometíamos errores estúpidos, etc. Las enfermeras licenciadas, con práctica, actúan rápidamente en situaciones de emergencia sin prestar atención a sus reacciones personales —físicas o emocionales.
9. Cómo lidiar con los médicos. Cómo comunicarte con médicos gruñones, que te tratan mal, ¡eso no te lo enseñan en la escuela! Estaba preparada para tratar con gente a un nivel profesional durante las horas del día, gente que no estaba estresada o en situaciones de vida o muerte. No estaba preparada para tratar con médicos que odian su trabajo, nunca duermen y, sinceramente, me ven como la cruz de su existencia. Vale, estoy generalizando, pero la verdad es esta: había tenido poco contacto con médicos REALES y me sorprendió totalmente la relación laboral que acabaría formando con ellos.
10. Amistades inesperadas. Por último, no estaba preparada para las buenas relaciones y la camaradería que formaría con los médicos y enfermeras con los que trabajo y con los pacientes a los que cuido. Las enfermeras estamos en un negocio de personas: buenas, malas, bellas, feas, funcionales, disfuncionales, vivas y muertas. La gente es nuestra vocación y ¡nada es más gratificante que eso!
No, la escuela de enfermería no puede enseñar a los estudiantes todo esto —somos aprendices de por vida. La escuela de enfermería nos proporciona las bases del conocimiento y construimos, construimos y construimos sobre este conocimiento desde abajo. Como norma general, a una enfermera licenciada le lleva unos cinco años sentirse cómoda con su especialidad —y entonces debe ir con cuidado para no volverse arrogante. La realidad es que las enfermeras licenciadas lo ven todo, pero ¡necesitas toda tu carrera para hacerlo!