11 Cosas imprescindibles en la sala de descanso que quizá tu hospital no tenga

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La sala de descanso del hospital puede ser para ti una especie de refugio, especialmente cuando tu turno va a peor. Pero si no tiene las cosas necesarias, un armario de suministros también podría servirte como refugio.

Obséquiate con una de las mejores salas de descanso que se pueden tener llenándola con algunas de las cosas que ves más abajo, simples pero sorprendentemente útiles. Una vez hayas probado la ultrapreparación, no entenderás como has podido vivir hasta ahora sin estos utensilios.

  1. Tablón de anuncios

La sala de descanso no tiene que convertirse necesariamente en una galería de arte pero ya ves a lo largo del día suficientes paredes blancas y vacías mientras haces tus rondas.

Crea un entorno más personal y animado colgando un tablón de anuncios (o dos). Anima a tus compañeros a llenarlo con fotos personales, frases favoritas, listas de lectura o folletos que anuncien eventos interesantes. Así podrás hacerte una idea de cómo es la vida de tus compañeros dentro y fuera del trabajo.

  1. Especias, condimentos para ensaladas, salsas

Cualquier cosa que te permita añadir un toque de sabor a esas comidas hechas a toda prisa o la igualmente mediocre comida de la cafetería.

Piensa también en las bebidas. Considera llevar algunos limones o Crystal Light (o productos similares) para darle vidilla a toda esa agua que tienes que beber. También puedes poner en el congelador una bandeja con cubitos de hielo.

  1. Ambientadores que se enchufan

Si tu nariz pudiera hablarte ahora mismo, seguramente no te diría “gracias”.

Hazte un favor (y probablemente también se lo harás a otros) comprando alguno ambientador de enchufe para la sala de descanso. Para combatir la naturaleza frenética y en ocasiones apestosa de tu trabajo, te sugerimos optar por uno de esas fragancias relajantes, como lavanda u olor a ropa limpia.

Asegúrate de consultarlo con tus compañeros antes de escoger una fragancia, no quieres ser una tirana con esto.

  1. Jarra común para cambio

Demonios, a la mayoría de la gente no le gusta el cambio, principalmente por la sensación de suciedad y porque hace que tus bolsillos cuelguen. Pero antes de deshacerte de las moneditas considera colocarlas en una jarra comunitaria para utilizarlas después en las máquinas expendedoras. Al fin y al cabo, esa enfermera que necesita un paquete de patatas (¡desesperadamente!) puedes ser tú dentro de dos semanas.

  1. Almohadillas para sentarse

Si solo puedes permitirte sentarte tres minutos al día, estos tres minutos deberían ser tan cómodos como sea humanamente posible. Aquí es donde entran las almohadillas para sentarse.

Mira, ya sabemos que eres fuerte y dura y ligeramente antinatural dados tus elevados niveles de resistencia, pero una buena almohadilla no va a acabar con todo esto. De hecho, creemos que mejorar una silla incómoda es una acción atrevida y muy respetable.

Y además te lo mereces.

  1. Cargadores comunes

¿Tienes en casa más cargadores de los que necesitas gracias a los tres teléfonos nuevos que adquiriste el año pasado? Llévate estos trastos a tu lugar de trabajo para esos días en los que tú o un amigo tenéis la batería justa y también vais justos de paciencia.

  1. Supersencillo equipamiento para hacer ejercicio

Vas tirando gracias a una cantidad irresponsable de cafeína y aunque has aguantado hasta tu descanso para comer, no puedes estarte quieta. O estar de pie quieta. O dejar de hablar.

¿Qué puede hacer una enfermera que prácticamente está vibrando?

¡Ir al gimnasio! Si tienes algunas pesas pequeñas o una pelota de ejercicio a mano, puedes aprovechar esa energía artificial haciendo una o dos rutinas de ejercicio dentro de tu jornada laboral. Ingenioso, ¿verdad?

  1. Revistas

Si te encantan las revistas, pero no tanto el desorden, llévate a la sala de descanso todas esas revistas que tienes en casa y ya te has leído. Lo que para ti son noticias pasadas pueden ser para otra persona un momento de lectura distraído.

  1. Chicles… muchos, muchos chicles

Los chicles, además de para el mal aliento que adquieres después de 11 horas y un contenedor con las sobras de comida china, también son una solución rápida cuando deseas comer algo dulce sin añadir calorías extra. Además, dicen que masticar chicle te mantiene despierta y alerta y eso es algo que realmente necesitas.

  1. Juguetes

No, no para ti.

Bueno… a lo mejor sí. Algunas veces. Pero estábamos pensando principalmente en esos momentos en los que llega un paciente, de forma prevista o totalmente imprevista, acompañado por un niño pequeño. Y te das cuenta de que va para largo.

En lugar de intentar mantener a los pequeños distraídos durante tu inexistente tiempo libre, puedes buscar entre tu pequeña colección de juguetes o juegos y extraer una bienvenida solución al problema.

  1. La guía inacabada de supervivencia de la enfermera

Una carpeta es una cosa maravillosa, especialmente cuando contiene las respuestas a todos tus problemas.

Empieza a organizar una carpeta de supervivencia de la enfermera y anima a tus compañeras a colaborar. Desde información de contacto de canguros de confianza hasta una lista de restaurantes que sirven a domicilio, recopila una serie de recursos de todas las cosas que pueden resultar útiles para el personal de enfermería. Te garantizamos que será algo muy apreciado por todos tus compañeros.

¿De qué cosa no puedes prescindir en la sala de descanso? ¡Cuéntanoslo en la sección de comentarios de más abajo!

Scrubs Editor
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