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Seis Trucos Sencillos Para Construir Una Vida Más Saludable

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Una de las mayores barreras y desafíos para vivir una vida sana en la sociedad moderna es la falta de tiempo. En nuestras vidas cada vez más ocupadas, la necesidad de equilibrar las obligaciones sociales, académicas y profesionales elimina el tiempo que invertimos en nosotros mismos. Aunque se han realizado muchas mejoras para solucionar los problemas del equilibrio trabajo-vida y controlar el estrés, aún debe haber un gran cambio en la forma en la que todos vivimos nuestras vidas para mejorar nuestra salud. Aprendí en mi recorrido a través de la escuela de medicina y de mi horario cambiante, sesiones de estudio de 16 horas, guardias nocturnas e interminables traslados, que la base para vivir una vida sana y equilibrada es priorizar tu tiempo y crear hábitos no negociables que le formen la base de tus días.

Desde que puedo recordar, he hecho de mi salud una de mis principales prioridades. Se convirtió en parte de mi vida cotidiana, parte de cada decisión que tomé, y algo que no es negociable, independientemente de mi horario y de la falta de tiempo. He aprendido que, en lugar de crear excusas para mí, empiezo a pensar que “Algo siempre es mejor que nada”, y he seguido este lema a lo largo de mi carrera en la vida y en la medicina. A través de todo el caos, el estrés y la falta de tiempo, he podido mantener un régimen diario de ejercicios y comer de una manera que tanto me nutre como me satisface. He incluido una lista de trucos que utilizo a diario para organizar y priorizar mi salud y bienestar. Aquí hay algunos consejos que puedes utilizar para que tu salud no sea negociable:

  1. Cambia una cosa al día hasta que se convierta en un hábito. Una vez que lo hagas, elige una cosa nueva.

Una de las cosas más difíciles de desarrollar un estilo de vida saludable es que muchas veces las personas intentan cambiar demasiadas cosas a la vez. Si bien la ideología de cambiar todo a la vez parece ser el camino más rápido hacia la salud, a menudo es extremadamente agobiante e insostenible. Algo que le recomiendo a mis compañeros y pacientes es elegir una cosa sobre su día que puedan comprometerse a cambiar. Por ejemplo, si deseas desarrollar hábitos alimenticios más saludables, tal vez debas comprometerte a comer al menos una ensalada al día. Tal vez quieras reducir la cantidad de azúcar que estás comiendo; recomiendo intercambiar meriendas azucaradas con frutas o simplemente cambiar de granos procesados a granos enteros. Una vez que estas cosas se conviertan en hábitos, elije algo nuevo y estarás en camino hacia una vida más saludable.

  1. Toma decisiones activas y elige tus opciones.

Quiero decir esto literal y figurativamente. En promedio tomamos más de 200 decisiones diarias, algunas de las cuales se han convertido en hábitos de forma tal que ni siquiera pensamos en ellas. Para establecer y mantener un estilo de vida saludable, considera realmente tus alternativas y trata de pensar en la opción más saludable. Por ejemplo, si habitualmente pides un café grande con caramelo y crema batida todas las mañanas, la próxima vez que hagas un pedido, pregúntate: ¿esta es la opción más saludable? ¿Cómo puedo cambiar esto para que esta bebida sea más saludable? Cuando te enfrentes al dilema de elegir qué comer en la máquina expendedora, analiza realmente tus opciones y pregúntate cuál es la opción más saludable. Cuando te enfrentes con la opción de subir las escaleras, siempre tómala. Aunque esto parezca una decisión trivial, piensa en cómo estas “mejores decisiones” se acumularán para finalmente influir en toda tu vida.

  1. Comer vegetales en cada comida.

Soy la maestra de los vegetales escondidos. Uno de los hábitos que he desarrollado es comer vegetales en cada una de mis comidas, sin excusas. Lo he hecho todos los días, sin excepción, durante muchos años y mi secreto es usar “vegetales escondidos”. Por ejemplo, cocino mi avena diaria con coliflor rizada o calabacín rallado, los cuales no puedes saborear. Hago cada batido que bebo con algún tipo de vegetal, y siempre como ensalada en el almuerzo. Si quiero un plato de pasta, incorporo espaguetis de calabaza o fideos de calabacín en la receta para un refuerzo nutricional y fibra extra. Recomiendo comprar un procesador de alimentos, un picador de vegetales y un espiralizador para hacer que de los vegetales fáciles de usar y puedan ser incorporados en cada receta.

  1. Algo es mejor que nada. Invierte en tu salud.

Durante mis primeros dos años en la escuela de medicina, a menudo estudiaba hasta 16 horas al día, y cada día me dejaba exhausta mental y físicamente. Para mí hubiera sido fácil rendirme y usar la excusa de estar demasiado cansada para no hacer ejercicio o preparar una comida saludable. Creo que es habitual tener la mentalidad de todo o nada. O queremos hacer todo o no hacer nada en absoluto. Sin embargo, incluso durante la semana de finales, desarrollé la mentalidad de que “algo es mejor que nada”, lo que significa que incluso 10 minutos de un circuito de ejercicio en casa es mejor que no hacer nada. Emplearía esta frase y usaría cada descanso que tuviera a lo largo del día para hacer algo por mí. Todos tienen al menos 10 minutos para caminar.

  1. Mantén refrigerios saludables a mano y en tu abrigo o en los bolsillos del uniforme. Piensa con anticipación y prepárate.

Es fácil comer cualquier cosa que esté a la vista cuando tienes hambre y créeme, con las rotaciones he estado hambrienta, con frecuencia durante todo el día sin tener la oportunidad de comer. Para evitar esto, planifico con anticipación, siempre ten a mano refrigerios fáciles de comer y ricos en proteína (en los bolsillos de tu uniforme). Mis refrigerios favoritos son las barras naturales de alto contenido proteínico; mis favoritas son la Quest o Rx Bars. Estas me mantienen llena durante horas. También recomiendo guardar una bolsa de nueces, como nueces de merey o almendras en el bolsillo, como refrigerios fáciles de llevar. Las grasas saludables te mantendrán saciada. También recomiendo frutas secas o cecina como un refrigerio saludable y satisfactorio.

  1. Aprende a trabajar con lo que tienes.

Lo que quiero decir con esto es que aprendas a tomar las decisiones más saludables según tu situación. Ya sea para seleccionar alimentos en un almuerzo organizado para una reunión, elegir comida en la cafetería del hospital, controlar el hambre en un turno de 12 horas o viajar por trabajo, siempre anticipa y analiza la situación e intenta tomar la decisión más saludable. Aprendí consejos y trucos para seleccionar las opciones de alimentos más saludables con elementos del menú no tan saludables. Si es posible, siempre utilizo la barra de ensaladas u ordeno una ensalada con vinagreta y aderezos al lado. Modificaré los elementos del menú eligiendo las opciones que estén al horno y sin demasiadas salsas, y completándolas con frutas y verduras. Cuando viajo, viajo con una gran cantidad de refrigerios ricos en proteínas y siempre empaco bandas de resistencia para ejercitarme en mi habitación de hotel. Traigo conmigo una botella de agua reutilizable y bolsitas de té, y bebo té y agua todo el día.

Espero que estos consejos te brinden apoyo y ayuda al dar tu próximo paso hacia recorrer una vida más saludable. Para ideas de recetas y preparación de alimentos, visita mi página de Instagram @the.physicians.kitchen.

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