El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en los Estados Unidos. Fumar cigarrillos y la exposición al humo ajeno, el radón, el asbesto y otros contaminantes pueden causar cáncer de pulmón. Los pacientes con antecedentes familiares de cáncer de pulmón también enfrentan un mayor riesgo de desarrollarlo. Además, estudios recientes también han relacionado el vapeo y el uso de cigarrillos electrónicos con el cáncer de pulmón.
Si bien muchos proveedores de cuidado de salud regularmente alientan a sus pacientes a dejar de fumar, se puede hacer más para prevenir nuevos casos de cáncer de pulmón. Alrededor del 14% de todos los nuevos casos de cáncer son cánceres de pulmón. Es el segundo tipo de cáncer más común entre hombres y mujeres, solo superado por el cáncer de próstata en hombres y el cáncer de seno en mujeres. Según la Sociedad Americana del Cáncer, hay alrededor de 228.150 nuevos casos de cáncer de pulmón cada año, y 142.670 personas mueren debido a la enfermedad anualmente.
Demos un vistazo más cercano al cáncer de pulmón.
Prevención y concienciación sobre el cáncer de pulmón
Noviembre es el Mes de Concientización sobre el Cáncer de Pulmón, lo que brinda a los proveedores una oportunidad para hablar con sus pacientes sobre los peligros de la enfermedad y cómo prevenirla. Las mejores formas de prevenir el cáncer de pulmón incluyen:
- Dejar de fumar o evitar cualquiera de sus variantes, incluyendo vapers, puros y cigarrillos electrónicos.
- Reducir la exposición a contaminantes interiores y exteriores, como el humo ajeno, el radón y los productos químicos domésticos comunes. Anima a tus pacientes a verificar regularmente el radón y otros contaminantes en su hogar y su trabajo. Si los niveles de contaminación son altos, motiva a tus pacientes a permanecer en el interior tanto como sea posible.
- Evitar las infecciones respiratorias haciendo que tus pacientes se laven las manos regularmente. Las infecciones comunes pueden provocar problemas de salud más graves. Haz que tus pacientes eviten las multitudes durante la temporada de gripe y que practiquen una higiene adecuada. También deben vacunarse contra la gripe.
- Realizar chequeos regulares, para tener la oportunidad de escuchar los pulmones de tus pacientes y verificar cualquier irregularidad, especialmente si tienen antecedentes familiares de cáncer de pulmón.
- Hacer ejercicio regularmente también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
La próxima vez que veas a tus pacientes, háblales sobre cómo reducir el riesgo de cáncer de pulmón.
Vapear y el cáncer de pulmón
Hemos escuchado mucho sobre vapear en los últimos años. El vapeo ha crecido en popularidad entre los adolescentes y adultos jóvenes como una alternativa atractiva a fumar cigarrillos, pero el vapeo también puede provocar cáncer de pulmón.
Científicos de la Universidad de Nueva York analizaron recientemente los efectos del vapeo en ratones. Si bien los ratones no son humanos, este es el primer estudio que relaciona el vapeo con el cáncer de pulmón. Según los resultados, el vapor del cigarrillo electrónico ocasionó daños notables en el ADN de los pulmones y vejigas de los ratones, y también “inhibió la reparación del ADN en los tejidos pulmonares”. De los 40 ratones expuestos al vapor del cigarrillo electrónico con nicotina durante un período de 54 semanas, 22.5% desarrollaron cáncer de pulmón y 57.5% desarrollaron lesiones precancerosas en la vejiga.
Si bien se necesita más investigación sobre el vínculo entre el vapeo y el cáncer de pulmón, los principales investigadores han concluido que el vapeo es probablemente “muy dañino” para los humanos.
Los efectos a largo plazo del vapeo aún no se han estudiado, pero es importante mantener informados a tus pacientes a medida que la comunidad médica aprende más sobre este tema. Si algunos de tus pacientes utilizan cigarrillos electrónicos, háblales sobre los peligros de vapear y cómo puede dañar sus pulmones.
Detección de cáncer de pulmón
La detección periódica del cáncer de pulmón es una parte importante de la prevención. Según la American Lung Association, si el cáncer de pulmón de un paciente se detecta en una etapa inicial, su tasa de supervivencia a 5 años puede aumentar de apenas 4% a 55%, según la comparación de la etapa 1 con la etapa 4.
La Fuerza de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos recomienda realizarse exámenes anuales para la detección del cáncer de pulmón con tomografía computarizada de baja dosis para adultos de 55 a 80 años que tengan historial de tabaquismo de 30 años y actualmente fumen o hayan dejado de fumar en los últimos 15 años. Las evaluaciones pueden dejar de hacerse periódicamente una vez que una persona haya evitado fumar durante 15 años o desarrolle un problema de salud que afecte potencialmente la esperanza de vida del paciente o su capacidad o voluntad de someterse a una cirugía pulmonar curativa.
Si bien la prevalencia del tabaquismo ha disminuido en los últimos años, aproximadamente el 37% de los adultos estadounidenses son o fueron fumadores. El aumento de la edad y la exposición regular al humo del tabaco son los dos factores de riesgo más comunes para el desarrollo de cáncer de pulmón.
El cáncer de pulmón es conocido por tener un historial limitado en lo que respecta al pronóstico. Casi el 90% de todas las personas con cáncer de pulmón mueren de la enfermedad. Sin embargo, el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) en estadio temprano tiene un mejor pronóstico y puede tratarse con resección quirúrgica.
La comunidad médica tiene un largo camino por recorrer en términos de prevención del cáncer de pulmón. Los vapers y los cigarrillos electrónicos han enturbiado el debate sobre fumar e inhalar nicotina, pero los proveedores de cuidado de salud pueden comenzar aclarar el camino. Ten en cuenta estos hechos mientras hablas con tus pacientes sobre el cáncer de pulmón.